El Tribunal de Justicia de la Unión Europea estableció el conocido como derecho al olvido, por el cual cualquier ciudadano de la Unión puede solicitar a los buscadores que retiren su nombre de los resultados de búsqueda. Esto provocó un enfrentamiento entre la Comisión Europea y Google, pues esta última no quería aplicar este derecho a nivel mundial como se le pedía.
Hasta la fecha, los resultados de búsqueda de las personas que se acogieran al derecho al olvido sólo se eliminaban de los resultados mostrados en versiones de Google de los países de la Unión, lo cual limitaba su efectividad.
Uno de los directivos de Google llegó a afirmar que este derecho es un concepto europeo y que, como tal, no se tiene por qué aplicar en el resto del mundo. La negativa de la compañía a acatar la ley europea ha hecho que algunos de los países miembros, como Francia, le haya amenazado con sanciones si no cumplía con este derecho a nivel mundial.
Google ha procedido a realizar un apaño, en una medida por contentar a los tribunales y legisladores europeos. A partir de mediados de este mes, cuando el buscador detecte una IP de un país miembro de la Unión Europea, eliminará los resultados a nivel mundial, pero sólo para los usuarios en el país desde el que se ha hecho la petición. Los resultados no se eliminan a nivel mundial, ya que desde países ajenos a la Unión se seguirán mostrando.
La compañía puede creer que con esto toma una solución de compromiso, pero parece una tomadura de pelo, ya que son conscientes de que hay múltiples formas de saltarse la geolocalización. Con una VPN o un servidor privado de DNS esto deja de ser efectivo. Ahora depende de que los tribunales y los legisladores acepten como válida esta solución.
Vía: Search Engine Land.