El tira y afloja entre el FBI y Apple a causa del hackeo del iPhone de uno de los terroristas implicados en la masacre de San Bernardino del pasado mes de diciembre ha llegado a su fin. Finalmente, la agencia federal ha conseguido acceder al teléfono en cuestión sin la ayuda de la compañía de Cupertino.
La semana pasada se conoció que una empresa israelí, Cellebrite, habría sido quien puso en conocimiento del FBI una forma de acceder al terminal basada en la técnica NAND mirroring, bajo la cual se copia la memoria flash del terminal, con lo que podría restaurarse tras su borrado. Esta técnica sólo es válida en aquellos terminales, como el sujeto a esta investigación federal, que no cuentan con elemento seguro.
Aunque ni el método ni la fuente del mismo han sido revelados, el FBI ha indicado que han tenido éxito con él, comunicando al tribunal que retiran la solicitud legal realizada a Apple. La información obtenida está siendo revisada por la agencia, sobre la cual no han hecho comentarios de ningún tipo.
A pesar de que finalmente no ha sido necesaria la intervención de Apple, el FBI reconoce que habrá conflictos similares en el futuro para garantizar la seguridad nacional y del público. Para acceder a la información que necesiten recurrirán a la cooperación voluntaria de los fabricantes, a las órdenes judiciales, a la creatividad del sector privado o del público.
Por su parte, desde Apple insisten en que el caso nunca habría de haber llegado a los tribunales, ya que consideran que no sólo es algo erróneo, sino que sentaría un mal precedente. También han afirmado que seguirán colaborando con las autoridades, pero que también mejorarán la seguridad de sus productos frente a ataques y amenazas, ya que estos son cada vez más frecuentes.
Vía: Re/code.