La criptominería ha experimentado un repunte en el último mes debido a la fuerte subida de precio del éter, la moneda de Ethereum. Eso ha agotado nuevamente las tarjetas gráficas con chip de AMD en las tiendas —incluidas las RX Vega—, pero también está afectando a las que usan un chip de Nvidia. Por eso no es extraño ver a empresas como Gigabyte presentar tarjetas gráficas específicas para criptominería como la P104-100 4G.
Está basada en el chip de la GTX 1080, por lo que mantiene sus características generales: 1920 núcleos CUDA con frecuencia base de 1607 MHz y turbo de 1733 MHz. Sin embargo, el modelo baja a 4 GB de memoria GDDR5X en vez de disponer de 8 GB, aunque sigue funcionando a 10 Gb/s con un bus de 256 bits. El sistema de refrigeración utilizado es de triple ventilador Windforce y una buena disipación.
Lo que la convierte en una tarjeta gráfica para criptominería es la ausencia de conectores de vídeo traseros, que junto a la disminución de VRAM será una interesante reducción de precio. Mantiene un conector PCIe de ocho pines para la alimentación, y su consumo se sitúa en los habituales 180 W.