Intel está intentando abrirse un hueco en el sector de las tarjetas gráficas dedicadas y probablemente lo consiga durante 2023. De hecho, según los datos de JPR, la compañía acaparó el 6 % de las ventas del sector durante el cuarto trimestre de 2022, lo cual le sitúa cerca de las ventas que tuvo AMD, con el 9 %. El 85 % restante obviamente corresponden a las ventas de NVIDIA. Viendo los precios de las Radeon 6000, no termino de entender por qué no se venden más, optando los jugones por las bastante más caras RTX 30 que los modelos equivalentes de AMD.

JPR ha tenido que hacer un par de comunicados sobre los datos del cuarto trimestre porque inicialmente indicó que Intel tenía el 9 % de la cuota en el mercado de las tarjetas gráficas dedicadas. El error procede de que Intel reorganizó sus divisiones durante el trimestre, llevando las tarjetas gráficas de consumo a una y las de servidores a otra. Pero el volumen de ventas de Ponte Vecchio fueron metidas en la división de consumo y no en la de servidores para el cuarto trimestre, quizás por el periodo de transición.

Una vez corregida la información, Intel se queda en el 6 % de cuota, que no está mal para tener un puñado de modelos de tarjetas gráficas en el mercado. Esta cuota es sobre todo gracias a las Arc baratas de portátiles, populares en China, y a las ventas de las Arc A750 y Arc A770 para equipos de sobremesa, que también han tenido un cierto éxito de ventas por su menor precio aunque dependan su potencia de que Intel optimice los controladores.

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