A Stan Lee se le atribuye la cita: “No quiero progreso, sino la ilusión de progreso ahora”. Y con Superior Spider-man #31 eso es lo que hay: la apariencia de progreso. Este número marca el final del arco argumental de 16 meses en el que el Doctor Octopus suplantaba a Peter Parker, cerrando dicho hilo argumental, pero abriendo nuevas líneas de cara al futuro con supuestos cambios, aunque dichos cambios son más bien cosméticos.
Tras finalizar la lectura del número a través de comiXology, el regusto ha sido un poco amargo. Por un lado, Dan Slott es un guionista con talento que ha conseguido que su serie se pueda leer por ella misma sin verse afectada por los eventos grandes de Marvel en ella, pero por otro da muestras sobradas de las cosas que se han vetado en los últimos años: ¿que MJ y Peter vuelvan? Ni de lejos. ¿Que JJ Jameson supere su obsesión con Spiderman? En la vida. ¿Que la vida personal de Peter Parker sea un desastre? Ahora más que nunca. ¿Que el público odie a Spiderman? Por supuesto.
Así que, a pesar de tener planteamientos a futuro interesantes, como todo lo relacionado con el Spiderman del 2099, lo que pueda pasar con todos los Duendes cuando regresen, la aclimatación de Peter Parker a cómo ha dejado Octopus su vida y, sobre todo, ver si resuelven la trama de la nueva Madame Web y sus predicciones (algo que va para dos años ya), la sensación final es que todo ha cambiado para seguir siendo igual. Aunque espero equivocarme, ya que Slott me ha sorprendido en muchas ocasiones, este Spiderman se parece demasiado al que comencé a leer hace más de 25 años, ya que nada realmente importante ha cambiado, y la sensación es que los personajes importantes siguen siendo iguales… salvo los secundarios, y esto me da a mí que sólo de forma temporal.
En cuanto a los méritos artísticos del ejemplar, el argumento es de Dan Slott, con script de Christos Gage, resultando sólido, y demostrando que pueden estar al frente del personaje durante mucho más tiempo y que no ha contado todo lo que podría contar del mismo. Además, su texto no se lee en cinco minutos, lo cual se agradece. En cuanto al apartado artístico, hay dos historias en este ejemplar: la principal, de Giuseppe Camuncoli quien hace un buen trabajo, y otra de Will Sliney, con las primeras consecuencias a nivel personal en la vida de Peter Parker de lo acontecido en os últimos meses, que resulta visualmente un buen contraste con la historia que le precede. ¿Recomendable? Sí, pero para quien haya seguido Superior Spider-Man en los meses pasados.