Tras el gran éxito de público y crítica que tuvo la primera serie Marvel para Netflix, Daredevil, este pasado 20 de noviembre se estrenó la primera temporada de la segunda serie, Jessica Jones. Este personaje es una creación relativamente reciente, ya que su debut se produce en el cómic Alias, publicado en la línea para adultos de la editorial Marvel Max en 2001.
Al contrario que el Hombre sin Miedo, el personaje de Jessica Jones no está lastrado por cincuenta años de historia. Esto, sumado al hecho de que fuera de los cómics es una desconocida, ha permitido a los responsables de la serie de televisión una libertad de acción que es bienvenida.
¿Quién es Jessica Jones en los cómics?
En los cómics, la protagonista adquiere sus poderes en un accidente de coche, en el que sus padres mueren. Tras despertar de un coma el mismo día en que Galactus trata de devorar la Tierra por primera vez, es adoptada por una pareja mayor que vive en su antiguo vecindario, Forest Hills, en Nueva York. Si al lector le suena familiar es porque es el mismo en el que Peter Parker se crio. De hecho, ambos fueron compañeros de clase.
Cuando decidió comenzar su carrera como heroína adoptó la identidad de Joya, aunque esta fue muy corta tras encontrarse con un villano de tercera fila, Killgrave, el Hombre Púrpura. El poder de este villano es el poder controlar las voluntades ajenas, por lo que, en vez de enfrentarse a Jessica, decidió controlarla y retenerla durante varios meses. Tras enviarla a matar a Daredevil, Jessica fracasa, pero consigue librarse del control de Killgrave, pero queda gravemente herida.
Tras recuperarse de sus heridas, Jessica se retira de la vida de superhéroe, abriendo una agencia de investigación, aunque esto no la permite eludir los casos en los que hay involucrados personas con poderes. Lo más importante de este periodo es que su amistad con Luke Cage, el antiguo héroe de alquiler, se acaba convirtiendo en una relación sentimental que desemboca en matrimonio. Al unirse Cage a los Vengadores, Jessica pasa a tener una presencia constante en el reparto de la serie, lo que se ha mantenido hasta hoy.
Más serie negra al estilo Marvel
La serie de Daredevil tenía muchos puntos en común con las películas de acción y suspense de los años 70, algo que Jessica Jones comparte, especialmente con las películas y series de televisión de la época protagonizadas por detectives. Algo que la sintonía de la cabecera de la serie, en clave de jazz y con saxofón, acentúa.
La acción transcurre en la Cocina del Infierno, el mismo barrio en el que se desarrollaba la serie del Hombre sin Miedo, por lo que hay sitios comunes, como la comisaría y el hospital. La gentrificación a la que este barrio se ha visto sometido en el mundo real brilla por su ausencia, algo que es normal, ya que un barrio puede retroceder 40 años de golpe si queda maltrecho en un ataque alienígena.
La historia arranca unos meses después de que Jessica se haya librado del control de Kilgrave (escrito con una sola l en esta serie), a quien da por muerto. Como en los cómics, también trabaja como investigadora privada, aunque el primer caso que se ve en la serie le hace pensar que quizá Kilgrave no está tan muerto como parece. La investigación que lleva a cabo la lleva a encontrarse con la pesadilla en que su vida se convirtió durante un largo espacio de tiempo.
Una serie para adultos
Al igual que en los cómics en los que se basa, Jessica Jones es una serie con un tono para adultos más que marcado, lo cual le sienta como un guante. Al igual que en Daredevil hay también peleas, pero estas son menos elaboradas, lo cual tiene su razón de ver. Sin embargo, en el apartado sexual es bastante más explícita que las otras series o películas, aunque en el buen sentido.
Pero lo más relevante es que no minimizan los temas espinosos, como las secuelas que dejan los abusos físicos y/o psíquicos en una persona. Varios son los personajes que tratan de sobrellevar los sentimientos de indefensión y de vergüenza que una víctima experimenta tras una situación traumática, aunque no hayan sido violentos, es algo que se convierte en uno de los temas de la serie. Que además el resto del mundo no les crea es algo que echa sal a la herida y que pasa en demasiadas ocasiones en el mundo real. En la serie esto es está siempre presente con las víctimas de Kilgrave porque, ¿quién puede creerse que haya alguien capaz de obligar a los demás a hacer su voluntad?
Un buen reparto
La protagonista, Kristen Ritter, hace suyo el personaje desde el primer momento. Su Jessica es una mujer traumatizada, pero una superviviente nata. Es egoísta, pero también trata de que se haga justicia con las personas indefensas. Siempre trata de hacer lo correcto, aunque suele equivocar las prioridades y los medios.
El personaje de Ritter no busca salvar el mundo, sólo salvarse a sí misma y a la gente que le importa, aunque le cuesta comunicar esto último. La actriz, además, es capaz de pasar en una misma escena con una gran naturalidad por diversas actitudes, como del descaro a la indefensión, en un momento. Krysten Ritter es alguien a tener en cuenta. Gracias a su papel en esta serie es probable que estemos ante una gran estrella en ciernes.
El otro gran actor de la serie es David Tennant, quien es más conocido por ser el décimo Doctor en Doctor Who. Como el único actor capaz de haberle disputado el título de mejor Doctor a Tom Baker, todo apuntaba a que quizá su Kilgrave sería una versión más dulcificada del personaje de cómic. Todo lo contrario. Al igual que Vincent D’Onofrio en Daredevil, roba las escenas en las que aparece, entablando un duelo interpretativo con Kristen Ritter en los momentos en que comparten pantalla.
Su personaje es una amenaza que no se puede tomar a la ligera, cuya presencia terrible se nota antes de su primera aparición en pantalla a partir de las terribles secuelas que dejan sus actos en sus víctimas. Él se considera el héroe de su propia historia. Es amoral, carente de empatía y que le cuesta relacionarse con los demás si no es a base de emplear su poder. Tennant es absolutamente irresistible y temible, componiendo el mejor villano Marvel hasta la fecha.
En cuanto a los secundarios, Mike Colter da vida a Luke Cage, destilando carisma en todas y cada una de sus apariciones. Colter demuestra que podrá aguantar el peso de su serie en solitario el año que viene, cuyas bases son sentadas en Jessica Jones. En la serie sirve como amigo, amante y aliado de la protagonista, aunque su relación es muy complicada.
Rachael Taylor, por su parte, es el contrapunto a Jessica en muchos aspectos. Con personalidades completamente opuestas, pero complementarias, su relación es más fraternal que de amistad, pues en la serie Jessica es su hermana adoptiva. Es una mujer marcada por una infancia en la que fue explotada por su madre como artista infantil, y cuyo sentido de la justicia actúa en cierta forma como la brújula moral de Jessica y voz de la razón. Y, al contrario que su hermana que es una heroína a su pesar, a ella le encantaría serio.
Carrie-Ann Moss también tiene un papel destacado en la serie, como abogada que contrata ocasionalmente a Jessica Jones. Aunque la actriz hace un gran trabajo, da la impresión de que su personaje ha sido escrito para un hombre, algo que encajaría con los cómics, donde su personaje lo es. Otro actor que llama la atención es Eka Darville, quien interpreta a un vecino de Jessica, Malcolm. El actor se mantiene en un discreto segundo plano, pero su personaje s más importante para la serie de lo que parece a primera vista. Sin él, la serie sería bastante distinta.
Apta para ver de seguido
Esta es una de las series que más dejan con ganas de seguir viendo episodios hasta llegar al desenlace de entre las que ha estrenado Netflix. Hay un único arco argumental y casi todas las subtramas llevan, de una forma u otra, hasta la principal. Hay un par de hilos narrativos que quedan colgando, como el del agente Simpson, y en los que se ahondará sin duda en la más que previsible segunda temporada.
Las relaciones de esta serie con el resto del universo cinematográfico y televisivo Marvel son escasas, pero se nota que es para no distraer al espectador casual o al fan de toda la vida. Las referencias son sutiles, pero detalles como la aparición de Rosario Dawson sirven para demostrar que tienen lugar en el mismo mundo. Además, el personaje de Wil Travail, demuestra que hay un plan mucho mayor para las series de Netflix, y que las conexiones serán cada vez más evidentes.
La serie es más sólida que Daredevil, lo cual parecía difícil, a pesar de que tienen tonos muy similares, pero sus diferencias son especialmente marcadas. En cuanto a otra serie protagonizada también por una mujer, es muy distinta de lo que se ha visto hasta el momento de Supergirl, no porque tengan un público distinto, sino porque son personajes muy diferentes y con historias y bagaje diferente. Que una se emita en una cadena generalista y la otra en un servicio bajo demanda, da una idea de la libertad argumental que tienen los responsables de una y otra.
Jessica Jones tiene su propia voz desde el primer episodio y es, desde luego, una de las mejores series de la temporada. No es una serie de superhéroes al uso, ni es una serie de detectives o crímenes. Como Daredevil, trata de ser ella misma. Debido a lo franca que es a la hora de tratar temas espinosos y a la sinceridad de sus personajes, entre otras cosas, consigue superar a la serie del Hombre sin Miedo, lo que parecía imposible. La segunda temporada no llegará suficientemente pronto.