Disney ha despedido este verano al director James Gunn. Este, forjado en la serie B, logró convertir un grupo de personajes de segunda fila de Marvel Comics, los Guardianes de la Galaxia, en un gran éxito cinematográfico. Sin embargo, el éxito no ha evitado que Gunn se viera apartado de los personajes que ha popularizado tras ser puesto en la diana por unos tuits publicados hace ya años sobre pedofillia y violaciones.
Dichos tuits, escritos por el director con intención humorística y provocadora, solo consiguieron ser ofensivos. Aunque ya se ha disculpado en diversas ocasiones en los años pasados por ellos, los cuales Disney debía conocer con toda seguridad cuando le contrató, supusieron su despido fulminante tras una campaña orquestada por Mike Cernovich, un defensor acérrimo del presidente Trump.
Según Cernovich, en los tuits vio la confirmación de que hay una red de pedófilos funcionando en Hollywood, aunque podría ser una represalia contra Disney por el despido de Roseanne Barr. La actriz, la cual apoya a Trump, vio como su serie fue cancelada tras un muy deplorable tuit racista en el que arremetía contra una antigua colaboradora de Obama. Muchos, incluyendo el propio presidente Trump, acusaron a la compañía de doble moral, y la campaña de Cernovich contra Gunn podría ser una forma de poner contra las cuerdas a la compañía y demostrar la hipocresía del estudio si no hacía nada.
A pesar del apoyo que Gunn ha recibido por parte de amigos, compañeros de profesión y del reparto de Guardianes de la Galaxia, Disney se ha mantenido firme en la decisión. Uno de sus mayores defensores es Dave Bautista, quien interpreta en las películas Marvel a uno de los guardianes, Drax. El actor y luchador ha manifestado en las pasadas semanas su desacuerdo con la decisión del estudio, recriminándoselo al estudio cuando ha podido, sin importarle su futuro en Marvel Studios, llegando a haber afirmado que, si no emplean el guión de Gunn en la tercera entrega de la película, pedirá que elijan a otro actor para reemplazarle como Drax.
Desde el estudio, por el momento, han aplazado sin fecha el rodaje de la nueva entrega, mientras buscan un nuevo director y deciden qué hacer. Ademas, han liberado de sus compromisos contractuales a todo el equipo técnico de la cinta, los cuales estaban en preparando la preproducción de la misma para este este. De esta forma, estos podrán buscar otros proyectos. Mientras tanto, el estudio seguirá pensando que hacer con la cinta, qué director emplear, el rumbo a seguir y hacer un control de daños de una situación en la que ninguna de las partes implicadas ha salido bien parada.
Vía: The Hollywood Reporter.