Las películas de acción nunca pasan de moda, aunque el modelo para muchos estudios ahora mismo es hacer su propia John Wick. Netflix ha publicado una propuesta similar con la adaptación del cómic Polar del español Víctor Santos, publicado inicialmente como cómic web y posteriormente como novela gráfica por parte de la editorial Dark Horse.
Esta cinta cuenta la historia de un asesino que se va a retirar del negocio para dedicarse a una vida más apacible, pero su empleador tiene una idea muy distinta sobre cuál debe de ser su futuro. Este asesino, Duncan Visla, es el mejor asesino del mundo, conociéndole muchos colegas de profesión por el sobrenombre de Káiser Negro. Contra él se lanzará un grupo de asesinos mucho más jóvenes, los cuales tratarán de hacerse con su cabeza. Sin embargo, la confrontación para Duncan se verá complicada por la aparición de una vecina, de la cual se ha hecho amigo, quien podría ser utilizada por sus adversarios para llegar a él.
Luces, cámara y tiroteos
La película no aporta realmente nada nuevo al género de acción. Varios aspectos recordarán a películas como Licencia para matar, protagonizada por Clint Eastwood a mediados de los 70, a la ya mencionada John Wick, o a RED, por mencionar solo algunas. La trama, en algunas ocasiones, peca de fallos y agujeros de guion, siendo previsible en algún instante, algo por otro lado cada vez más habitual en el Hollywood contemporáneo.
Los primeros minutos de la película pueden echar un poco para atrás, al ser un poco ridículos, pero la verdad es que mejora mucho tras el primer cuarto de hora, desembocando en un final extendido que mantiene la tensión y en el que puede pasar cualquier cosa. El problema es que se nota que, a pesar del esfuerzo que han tratado de hacer para adaptar el espíritu del cómic y el estilo de su creador y dibujante, no termina de encajar ya que lo que funciona en viñetas no tiene por qué hacerlo en la pantalla, lo cual se nota mucho en este caso.
En cuanto a las escenas de acción, estas están bastante bien hechas, pero en muchos casos no son nada que no se haya visto anteriormente, contando con el nivel de sangre, y de sadismo en momentos puntuales, que puede echar para atrás a algún espectador. Aun así, es un espectáculo que encantará a los aficionados al género, ya que se pueden encontrar peleas, tiroteos, fugas imposibles y encuentros en los sitios más inesperados.
Buenos protagonistas, villanos deficientes
Una de las partes positivas de la cinta es la interpretación de los dos protagonistas. El personaje principal está interpretado por el danés Mads Mikkelsen, quien hace un trabajo llamativo y que parece pasárselo bien dando vida a un asesino hosco, parco en palabras y extraordinariamente brillante en su oficio, el cual parece hecho a su medida. Vanessa Hudgens, a quien se recordará de su etapa de actriz adolescente, hace un trabajo estupendo, demostrando que con papeles adecuados podría reconducir su carrera hacia proyectos de más envergadura.
En cuanto a los adversarios, no todos salen bien parados. El líder de los asesinos está encabezado por Matt Lucas, a quien los aficionados a Doctor Who recordarán como Nardole. Su personaje le sienta bien, pero está sobreactuado en algunos momentos clave, quizá porque parece que está pensado para ser el alivio cómico de la película. La fuerza de choque de asesinos no es especialmente memorable a nivel interpretativo, siendo solo recordado por sus detalles estéticos y no por su interpretación. Katherine Winnick sí destaca más allá del aspecto visual de su personaje, siempre cambiante, pero tampoco es una interpretación de óscar. Mención a parte merece el veteranísimo Richard Dreyfuss, quien habría merecido otro papel de más calado, y que demuestra que se lo pasa en grande.
Un placer culpable
La película no aportará nada nuevo, pues las comparaciones con John Wick para muchos espectadores van a ser inevitables por lo reciente de este película, pero entretiene y es ideal para ver en cualquier momento, sea un sábado en una fría tarde de invierno o antes de irse a la cama. Un pequeño placer culpable, como coger un pedazo de tarta de chocolate cuando se está a dieta.
La película habría funcionado mejor como serie de televisión, en la que se pudiera haber explorado en condiciones el trasfondo de los personajes. Aun así, tal y como está planteada la película y su final, el cual cierra la trama principal de la película, deja margen para secuelas. La película tal vez no triunfaría en el cine, pero en Netflix tiene todos los ingredientes para ser un éxito.