Que levante la mano el que tenga un smartphone y no se haya vuelto un maníaco de las baterías. Si sigues con la mano bajada, ya vendrás, ya…
Para todos los demás, ya somos millones de personas las que vivimos con un cable USB o un cargador perpetuamente en nuestro bolso/mochila, con el temor continuo al aviso de “Queda un 15% restante de batería, conecte el cargador” ¡¡ pero si solo son las 2 de la tarde!! En fin, recuperando la compostura, me gustaría contaros un poco mi experiencia en el campo de la infatigable búsqueda del aumento de la duración de batería, acompañadme en este viaje hacia lo desconocido, no os arrepentiréis.
Lo primero, tengo una Samsung Galaxy S con Android, y muchos de estos experimentos se han podido realizar gracias a las aplicaciones que hay en Google Play y a que se puede “trastear” con el móvil a un nivel superior que con otros SO. Con esto no quiero decir que Android sea mejor o peor, ni mucho menos, pero mi experiencia se limita a este SO, espero que podáis encontrar una solución para vuestro móvil.
Como buen pardillo en el mundo de los móviles, lo primero que hice nada más notar que mi batería duraba menos que un virgen su primera vez, fue preguntar a mis amigos algo más experimentados. Todos coincidían en algo: instálate un app killer (una aplicación que mata las aplicaciones y procesos abiertos en segundo plano). Y allá fui, inocente de mí, pensando que podría estar 15 días en la montaña sin cargador. Tiempo después me enteré por foros y webs, que los app killer son malísimos para el consumo (de batería) ya que cerraban procesos que Android necesitaba mantener abiertos y los volvía a abrir… y el app a cerrar… con el resultado de nuestro procesador a tope abriendo y cerrando procesos. Así que niños, nada de app killers en vuestro móvil.
Por aquél entonces ya empezaba a picarme todo el tema de cambiar de ROM y flashear mi móvil. Muchos eran los foros en los que decían que si con esta o aquella ROM el consumo mejoraba notablemente, así que me animé a ello. Pasé por varias ROMs (Darky, MIUI…) sin notar mejoría, algo se nota pero no es nada espectacular, hasta que me quedé con CyanogenMod por sus características más que nada. De nuevo una búsqueda inútil.
Mi cruzada estaba durando algo más de lo que pensaba y yo me estaba quedando sin batería, así que decidí ponerme en serio y comencé a bucear en foros más especializados y a utilizar aplicaciones de control de consumo. Gracias a ellas (y a que es evidente) mi consumo aumentaba notablemente por culpa del gran avance de los smartphones: los datos o como diría mi madre “el interné”. Ya no es ningún secreto que el 3G (3G, H y H+)consume mucha más batería que el 2G (E y G) y que para un uso ligero de internet (Whatsapp, Twitter…) con el 2G tenemos más que de sobra. Ahora voy a dar uno de los motivos por los que elegí la ROM Cyanogen: fue una de las primeras en incorporar un toggle 2G/3G o lo que es lo mismo, un botón para poder cambiar de 2G a 3G rápidamente en cualquier momento, así que si necesitamos consultar rápidamente la Wikipedia para dar un dato sobre un director de cine independiente checoslovaco a nuestra cita gafapasta de esa noche, lo tenemos fácil.
Otra cosa que aprendí en los foros sobre la tarifa de datos es que dependiendo de la radio que tengamos nuestro consumo también puede variar. ¿Radio? ¿Cómo la que tengo en casa? En este caso, por radio no me refiero al cacharro por donde escuchas Radiolé por las mañanas. La radio o el modem, es el encargado de las funciones de teléfono del teléfono (valga la redundancia) y de otros elementos como la cobertura. Podemos saber qué módem llevamos en: ajustes-> Información del teléfono -> Versión de banda base y podremos cambiarla, pero tampoco he notado mejoras muy evidentes. Mis opciones comenzaban a acabarse.
Pero el dios de las baterías es bondadoso y se aparece en forma de datos en internet. Conocedor de que mi problema era lo que consumían los datos, y la solución de desactivarlos era un poco absurda porque para llevar un Smartphone sin datos, me compro un Nokia 3310 y arreando; sin embargo, llegó un día hasta mis oídos cierta aplicación que por lo visto, hacía maravillas: Juice Defender. Muchos ya la conoceréis, para los demás, contaros que Juice Defender funciona desactivando y activando los datos en periodos de tiempo configurables, por ejemplo: mientras esté la pantalla apagada, los datos en mi teléfono se activan durante un minuto más o menos cada 5 minutos, para dejar entrar notificaciones, y si por lo que sea tenemos que mirar algo, cuando encendemos la pantalla automáticamente se encienden los datos, toda una maravilla. Por supuesto la aplicación en muy personalizable respecto a los tiempos, pero no voy a entrar en detalles que bastante largo me está quedando esto.
Pero dicen que las alegrías no vienen solas (¿o eran las desgracias?) por lo que otro maravilloso día descubrí la aplicación que de verdad me iba a salvar la vida: Greenify.
Greenify es una aplicación que parece, huele y sabe cómo un task killer, sin embargo tiene una diferencia básica pero fundamental con estas: Greenify no mata procesos, los hiberna (como los osos en invierno). Nada más abrir la aplicación tendremos que seleccionar que aplicaciones queremos que sean objetivo de una posible hibernación. ¡Ojo hamijo androide! Elige sabiamente, pues una aplicación hibernada no mostrará notificaciones hasta que la volvamos a abrir manualmente, ejemplo: nada de que nos llegue un whatsapp si está hibernado, así que cuidado. Sin embargo, cuando tenemos hibernadas la mayoría de las aplicaciones que no miramos cada 5 minutos, notaremos una bajada en el consumo de batería y la velocidad del teléfono aumentará considerablemente, ya que al tener más memoria libre, el móvil va mucho más fluido, dos pájaros de un tiro. Pero no todo el monte es orégano, hace falta ser root para usar Greenify, no se a que estáis esperando con lo fácil que es.
Y aquí termina nuestra aventura amiguitos, habiendo conseguido al fin, esa mejora en la duración de la batería de nuestro móvil gracias a estas dos aplicaciones. Llegados a este punto, me gustaría hacer un disclaimer: esta es mi historia, con ello no quiere decir que el cambio de ROM o radio no influya en el consumo de batería, ni que con esas dos aplicaciones tengamos la panacea del ahorro de batería, pero a mi es lo que me ha funcionado, y espero que a vosotros también.
¡Hasta la próxima bucaneros!