Aunque se puede calificar como éxito el vender 100 millones de licencias de Windows 8 en seis meses, Microsoft ha decidido proporcionar la próxima actualización de Windows, con nombre en código Blue, de forma completamente gratuita a los usuarios de Windows 8. No es una mala idea teniendo en cuenta que una cosa es vender mucho y otra que los usuarios estén satisfechos.
Windows 8.1, que es como finalmente se llamará según Tami Reller, Directora de Marketing de Microsoft, incluirá mejoras en la experiencia de usuario, una mayor personalización de las aplicaciones en modo Modern UI con posibilidad de que compartan más de dos la pantalla además de decidir su anchura, y otra serie de mejoras en la configuración del propio Windows. Pero, de momento, sólo son rumores la posible vuelta del botón de inicio a su lugar, así como del arranque directamente al escritorio.
Lo importante es que se rumoreaba que Microsoft podría pasar a una política de actualizaciones anuales de pago como hace Apple con OS X que, aunque tengan un precio reducido, en el caso de OS X 10.8 realmente no parecía más que un Service Pack con casi ningún añadido. Que sea gratuito es un modo de afianzar la confianza de los usuarios en Windows 8.
La cada vez mayor cantidad de ordenadores Windows 8 convertibles (tabletas con teclado y similares) y las versiones que se distribuyen con portátiles y equipos de sobremesa son parte del éxito de Windows 8, pese a haber descendido la venta de PCs un 14 por ciento durante el primer trimestre del año.
El 26 de junio darán más información sobre Windows 8.1 durante la conferencia Build 2013 de desarrolladores que tendrá lugar en San Francisco, en el que previsiblmente se pondrá en circulación una versión previa para todo aquel que quiera probar la versión antes de su lanzamiento a finales de año.