Google adquirió Motorola por su cartera de patentes (más de 15.000), aunque juicio tras juicio se está viendo que realmente no valen tanto como los de Mountain View se pensaban. El contraataque legal que llevó a cabo en 2010 la compañía ahora perteneciente a Google acusando a Microsoft de que la Xbox violaba varias de las patentes de la compañía ha quedado, otra vez, en nada.
La Comisión Internacional de Comercio (ITC) ha dado finalmente la razón a Microsoft, tras un juez estimar que posiblemente habrían podido cometerse las infracciones de patentes. Los seis miembros del ITC se han tomado casi un año para tomar la decisión, revisando pruebas y testimonios. Otro revés para Motorola/Google que, a falta de sacar nuevos smartphones, parece que están ahora mismo más interesados en mantener diversas disputas legales en los tribunales.
Motorola tuvo otro revés en los juzgados en abril, al estimar un juez que la Xbox no infringía sus patentes, y que Motorola debía licenciarlas a un precio razonable de 3.5 centavos por consola vendida (y no el 2.25 por ciento que pedían). Estaba relacionado con las patentes de estándares industriales de la tecnología WiFi, de uso común y por las que las compañías no suelen pagar grandes cantidades por su uso (salvo en el caso de Microsoft, que quería abusar de ellas para forzarla a pagar hasta 4.000 millones de dólares). En enero, Google también retiraba una demanda a Microsoft por el uso de códecs de vídeo, como parte del acuerdo alcanzado con el FTC para no ser sancionado económicamente por abuso de posición privilegiada.
La estrategia de Microsoft en los últimos tiempos está siendo clara: conseguir licenciar sus patentes a los fabricantes de dispositivos móviles Android, que se estima podrían alcanzar la cifra de 8.800 millones de dólares en 2017. Microsoft es una de las empresas con más patentes en el mundo, con más de 40.000 en su cartera.