HTC quiere seguir sacándole partido al diseño del HTC One (posiblemente el mejor smartphone Android del momento) con una versión reducida con pantalla de 4.3 pulgadas. Aunque el hardware que lleva no es tan potente como el de su hermano mayor, la mayoría de los usuarios no notarán diferencia en su uso.
Con tan solo 120 gramos de peso, la pantalla cuenta con una resolución de 1280x720 píxels, un procesador Snapdragon 400 de doble núcleo a 1.4 GHz, 1GB de RAM, cámara de 4 Ultrapíxels capaz de grabar a 1080p, pero al igual que su hermano mayor no cuenta con lector de tarjeta microSD. La batería es de 1.800 mAh que esperamos no se quede corta.
Cuenta también con una cámara frontal de 1.6 megapíxels, WiFi, LTE, Bluetooth 4.0, y no incluye NFC (una tecnología de capa caída). Estará disponible en blanco y en negro, aunque no sé si será porque ya estoy acostumbrado a verlo en blanco que en negro se me antoja un poco feo.
Llegará también con Android 4.2, y la capa de personalización HTC Sense 5 por las que ha recibido buenas críticas, con su BlinkFeed.