Samsung ha vuelto a ser pillado trucando las velocidades de sus productos en las pruebas de rendimiento. En esta ocasión ha sido al comparar el Note 3 con procesador Snapdragon 800 al muy similar LG G2 con el mismo procesador, en el que el terminal de Samsung ganaba por bastante margen.
En esta ocasión es la misma situación que hace unos meses con el S4: cuando cierto tipo de aplicaciones son ejecutadas por el procesador, entra en un modo especial de alto rendimiento. Entre ese tipo de aplicaciones, lo habéis adivinado, se encuentran las de tests de rendimiento o benchmarking.
Ars Technica también ha encontrado una forma de deshabilitar ese modo de alto rendimiento y la comparativa de rendimiento entre el G2 y Note 3: reempaquetar las aplicaciones de benchmarking con otro nombre, ya que hay un archivo en el Note 3 que realiza el trucado de rendimiento en función del nombre de la aplicación.
Al realizar este reempaquetado y comparando las diferencias entre los resultados de rendimiento, han sido capaces de ver diferencias que van desde un 20% a un 50% de mejora con el trucado.
¿Es realmente necesario que Samsung esté realizando estos trucajes artificiales del rendimiento de sus equipos? Obviamente no, a menos que quiera ocultar pérdidas de rendimiento motivadas por todo el software que introduce en sus terminales u otras cosas como bajadas en la velocidad del procesador para mejorar la vida útil de la batería.
Fuente: Ars Technica.