La sección de telefonía de LG está pasando por un mal momento. A pesar de vender 12 millones de smartphones durante el tercer trimestre del año, la compañía ha registrado unas pérdidas de 75,3 millones de dólares en la división de telefonía. Quizás por una mala campaña de marketing, o que el dinero ya no está en la gama alta.
El lanzamiento del LG G2 con un precio que se sitúa entre los 500 euros y 550 euros supone una apuesta por intentar vender más teléfonos pero ajustando al máximo los beneficios por terminal y que, cuando los costes de producción aumentan inesperadamente (como ha ocurrido), la compañía también tiene problemas para entrar en ganancias.
Muy al contrario que Apple que mira mucho los márgenes de beneficios incluso si ello implica vender el móvil de hace un año, con mismo hardware, y casi al mismo precio (sí, estoy hablando del iPhone 5c).
Las ventas de este trimestre han aumentado un 24 por ciento con respecto al mismo periodo del año pasado, con unos ingresos de 2.750 millones de dólares. Lo que no sabemos es qué parte de esos ingresos tienen que ver con el Nexus 4 y el futuro Nexus 5, y no estaría de más llegar a conocerlo para hacernos una idea mejor de su relación con Google.
Entre todas sus divisiones, LG obtuvo unos ingresos de 12.510 millones de dólares y unos beneficios de 195,34 millones, lo cual es una cifra menor que en el mismo periodo del año pasado.