La multitud de críticas hacia Windows 8 puede estar haciendo que Microsoft tenga más dificultades a la hora de vender nuevas licencias de Windows 8 a los clientes actuales, de empresas o particulares. Además, el mercado de los PCs está en recesión y la reducción de ventas de equipos nuevos también está ejerciendo su efecto negativo en Microsoft.
Tras un tiempo en silencio, la compañía ha anunciado que ya se han vendido 200 millones de licencias en un año. Si lo comparamos con las ventas de Windows 7 en el mismo periodo, se ha quedado corto en 40 millones. A grandes rasgos se puede decir que no son malos númeos para Microsoft, pese a todas las críticas que ha recibido por parte de los usuarios (al menos, aquellos que ni lo han usado), y teniendo en cuenta que dentro de dos meses se acaba el soporte a Windows XP, eso puede acelerar la venta de licencias de Windows 8.1 en los próximos meses.
Un 30 por ciento de los internautas siguen utilizando Windows XP y son los destinatarios de los últimos esfuerzos de marketing de la compañía. Además de ser más estable y seguro, Windows 8 cuenta con más ventajas como drivers para nuevos productos (como los que se basan en USB 3.0) que en breve hará a esos usuarios tener que migrar desde un sistema operativo de hace 14 años.
Vía: The Verge.