Google anda dando varios pasos para intentar homogeneizar la experiencia de Android entre los usuarios de los distintos fabricantes. Lo nuevo ha sido la obligación de incluir el logo de 'powered by Android' a todos los dispositivos que salgan a la venta si quieren tener acceso a las aplicaciones de Google Mobile Services (Play Store, servicios de localización, Gmail, etc.).

Esto explicaría por qué Samsung ha añadido ese logo al nuevo Galaxy S5 después de que durante el año pasado evitara decir que sus dispositivos funcionan con Android. El logo tendrá que ser añadido también a cualquier dispositivo antiguo cuando los fabricantes y operadoras decidan actualizar los terminales, por lo que será bastante frecuente el verlo a partir de ahora.

Por un lado me parece bien: es importante que los usuarios sepan a qué ecosistema pertenece su teléfono. Pero por otro es extraño que en un sistema abierto, en el que los fabricantes pueden hacer con él lo que quieran, Google utilice las aplicaciones del Google Mobile Services para obligarles a que pasen por el aro de cualquier decisión que quieran. Sienta un mal precendente para futuros cambios que quiera imponer.

Por eso obligarles a incluir algo cuando los usuarios ni siquiera reinician sus teléfonos tan a menudo como antes para poder ver el logo (a mi se ma ha olvidado la última vez que tuve que meter el PIN en el móvil) es una decisión realmente extraña y de resultado muy limitado salvo para aumentar el propio ego de Google.

Vía: Android Police.