La gama alta de Android ha evolucionado rápidamente en el último año hasta el punto en que los fabricantes de smartphones tienen que ingeniárselas aún más para poder diferenciarse de la competencia. HTC no es distinto, y si bien el nuevo One cuenta con el hardware que se puede esperar en esta gama, ¿qué es lo que han incluido para diferenciarse? ¿Y con respecto al modelo del año pasado?
HTC One (M8)
HTC ha optado este año por mantener el nombre de su buque insignia, HTC One, quizás por la gran labor de marketing que llevó el año pasado y que le ha valido para asentarse en el subconsciente de los potenciales compradores. Lo veréis extensamente referido como HTC One (M8) en referencia a su nombre interno de desarrollo.
El diseño del terminal es prácticamente idéntico que el M7 (el modelo de 2013), pero con las diferencias procedentes del nuevo hardware. Ahora cuenta con una pantalla de 5 pulgadas y misma resolución de 1920x1080 píxels, lo que ha aumentado su tamaño hasta los 146,36 x 70,6 x 9,35 milímetros. Su peso se sitúa en los 160 gramos, pero es sobre todo debido a lu construcción en aluminio unibody de la carcasa y al tamaño de su batería, los componentes que más pesan de un teléfono.
La reproducción de colores es realmente excepcional con su pantalla SuperLCD 3, y además cuenta con Gorilla Glass 3 para protegerla, por lo que no tendremos que preocuparnos demasiado por que se ralle. De hecho es mucho más fácil rallar la parte de aluminio trasera que la propia pantalla. Podremos también ver en el frontal los altavoces Boomsound estéreo que acompañan al terminal y que dan una potencia y calidad de sonido bastante alta, por lo menos para los estándares de los smartphones.
El terminal no es mucho más grande, pero empieza a rozar a lo alto lo que se puede considerar como adecuado para ser manejable. El grosor del terminal puede chocar enormemente ya que por fin se ha invertido la tendencia de que cuanto más fino un smartphone, mejor. HTC ha prescindido de los botones físicos para esta nueva versión, añadiendo una segunda cámara trasera (la famosa Duo Camera) con doble flash LED
En su interior se acomoda una batería de 2.600 mAh que, si bien no llega a los 2.800 o 3.200 del Galaxy S5 y Xperia Z2, el procesador Snapdragon 801 es más eficiente que las versiones anteriores (como el 600 y 800). Con ella podemos obtener más de 11 horas de uso con un navegador web bajo WiFi o más de 20 en llamadas 3G, y tarda alrededor de 3 horas en cargarse completamente. Podemos estar seguros de que nos va a durar el teléfono todo el día.
Como he comentado, el procesador que incluye es el Snapdragon 801, pero el modelo MSM8974AB a 2,3 GHz, con GPU Adreno 330 (podéis consultar las diferencias entre el Snapdragon 800 y 801 en otro artículo). Cuenta con 2GB de memoria es de tipo LPDDR3-1866, por lo que la potencia gráfica del procesador se encuentra menos limitada por el ancho de banda de memoria y se consigue en general un mejor rendimiento como veremos más adelante.
A diferencia del HTC One del año pasado, en esta ocasión llega con un mínimo de 16GB de almacenamiento interno (en vez de 32GB), pero a cambio obtendremos un lector de tarjetas microSDXC de hasta 128GB. Para muchos un cambio a mejor. La cámara frontal es de 5 megapíxels, y la trasera es de 4 megapíxels aunque con tecnología Ultrapixel, que sólo significa que el tamaño de los píxels que captura son de 2 µm para capturar más luz y tiene apertura f/2.0.
Ya os adelanto que lo único que HTC tenía que mejorar realmente en el teléfono era la cámara y desgraciadamente se ha mantenido en la tecnología Ultrapixel con un resultado bueno pero inadecuado para un gama alta de 2014. Por lo demás el terminal es realmente excepcional, es muy agradable de tener en la mano (una sensación que no da ningún otro smartphone salvo el iPhone 5s) pese a su tamaño. El peso del teléfono están bien distribuidos, por lo que mejora incluso más la buena sensación que ya he dicho que tiene en la mano.
Por último, la conectividad la tiene bien cubierta con 3G, LTE, WiFi 802.11a/b/g/n/ac de doble banda, Bluetooth 4.0, conexión USB 2.0, GPS y GLONASS, NFC y compatible con DLNA. La inserción de la tarjeta nanoSIM se realiza en el lateral izquierdo, mientras que la tarjeta microSD se introduce en el derecho.
Rendimiento
El rendimiento del terminal es realmente excelente. Como ya he comentado, las mejoras del Snapdragon 801 relacionadas con el aumento de anchos de banda de memoria se ven reflejadas en el aumento de rendimiento gráfico. Si bien el iPhone 5s gana en FPS a los demás terminales en la siguiente gráfica, eso es motivado por la resolución que mueven unos y otros: 1136x640 píxels el iPhone 5s y 1920x1080 píxels el resto. En el procesamiento genérico se queda similar al Snapdragon 800 (tiene los mismos cuatro núcleos y misma velocidad de 2,3 GHz), y un usuario normal no notará la diferencia.
El almacenamiento interno del terminal es más rápido que el de otros modelos de smartphone del año pasado, llegando a los 120 MB/s de lectura lineal de 256KB y 16MB/s de lectura de 4KB. La escritura está en torno a los 20MB/s de archivos de 256KB y los 2MB/s de arhcivos de 4KB. Se puede calificar como un almacenamiento rápido par acuando queramos copiarle archivos grandes como series, música y películas.
Cámara
HTC ha optado por mantener en 4 megapíxels con sistema ultrapixel la cámara trasera. Era el único punto que tenía que mejorar con respecto al año pasado... y no lo ha hecho. No es que sea mala, pero no va a conseguir que deje de usar la de mi iPhone 5s, muy superior a la inmensa mayoría de cámara de smartphone del mercado (salvo quizás la del Xperia Z2). Cuando sacas una foto, se nota que le falta información en muchas ocasiones, lo que produce imágenes borrosas.
La cámara frontal, de 5 megapíxels, saca fotos mejores en ciertas situaciones, aunque en la oscuridad la Duo Camera es buena. Salvo que haya alguna fuente de luz fuerte en la foto, lo que puede arruinarla. Pero en general, de noche saca buenas fotos, mejores que la mayoría de cámaras que hay en el mercado. El resto del tiempo, seguramente ni me moleste en usarla para sacar fotos importantes, destinándola más a fotos para tuits y Facebook que para otra cosa. Es un punto decepcionante del teléfono.
La segunda cámara que hay en la parte trasera es para poder realizar fotos y añadirlas efecto de campo después de tomarlas. Es interesante para sacar algunas fotos difuminadas, pero requiere cierta práctica el aprende cuándo vamos a poder aplicar ese efecto y cuándo no. Además no es infalible, y si la composición de la imagen es muy compleja hay muchas probabilidades de que no realice el desenfoque correctamente. También veremos muchas veces que los bordes de los objetos enfocados están borrosos.
HTC ha decidido no incluir un estabilizador óptico de imagen (OIS), que se echa en falta a la hora de grabar vídeos, aunque las fotos la verdad es que las toma bastante bien sin él. La conclusión tras el uso de la cámara es que es una más del montón, con colores un poco apagados, pero que puede ser buena en condiciones de poca luz, aunque bien es cierto que es muy rápida a la hora de enfocar. Se echa en falta que el doble flash tuviera una funcionalidad más parecida al TrueTone del iPhone 5s.
Software
El nuevo HTC One viene con Android 4.4.2 preinstalado, y la nueva capa de personalización HTC Sense 6.0, realmente útil a la hora de organizar mejor la información que más nos interesa. A diferencia que lo que hacen otras compañías, resulta bastante menos intrusivo, además de que el software de la cámara sin ir más lejos es realmente interesante y mejora la calidad de las fotos. Podremos añadir a nuestras capturas diversos efectos, aunque al final del día no creo que haya mucha gente interesada en ellos por que, bueno, la cámara no es tampoco ninguna maravilla.
El resto del software que acompaña al nuevo HTC One es interesante, destacando el modo de ahorro de energía. Una vez activado, la funcionalidad del teléfono baja a lo indispensable, desactivando servicios de localización, notificaciones push, etc., y volviendo la pantalla a blanco y negro para ahorrar el máximo de mAh de nuestra batería posible. Da excelentes resultados, y en este modo puede durar varios días en espera. En el ahorro de energía se pueden establecer excepciones, como por ejemplo la conexión de datos, pero incluso así ésta se desconectará después de 15 minutos de inactividad del usuario.
HTC también ha añadido varios modos de desbloqueo de la pantalla, y el cada vez más típico doble toque en la pantalla para despertar el móvil. Es útil por que, si sujetamos el teléfono con una mano, el botón de encendido de la parte superior queda muy lejos y se hace casi impensable el llega a él con una mano y sujetando con firmeza el teléfono. Dependiendo de la dirección en que deslicemos el dedo, podremos acceder al feed del HTC Sense, a la pantalla de inicio o a la última aplicación que estuviéramos utilizando.
Conclusión
HTC ha conseguido mantener el título de smartphone Android con mejor diseño y acabado del mercado, y por amplia diferencia. El problema real de atenerse a la fabricación en aluminio es que su precio no va a bajar demasiado rápido, y en verdad se va a mantener por encima de los 400 euros hasta el año que viene. Los demás fabricantes optan por el plástico para poder competir también en precio, lo que lleva a rápidas bajadas del mismo como ocurre con el LG G2, pero que también lo hará con el Galaxy S5. El Xperia Z2, al contar con un marco de aluminio y parte trasera de plástico, va a estar a mitad de camino entre estas dos situaciones.
Por lo demás el nuevo HTC One es muy potente, sólido, y como ya he comentado, la única pega que tiene es la cámara. Esperamos que si HTC plantea otra vez el uso de los ultrapíxels en su buque insignia del año que viene, lo haga con una cámara de 8 megapíxels o ya será un grave problema para considerarlo como teléfono de gama alta. Hoy por hoy, no hay otro teléfono mejor, por características software y hardware, que le plante cara, salvo quizás el Xperia Z2. Las características como el lector de huellas y de ritmo cardiaco del Galaxy S5 son de tan dudosa utilidad que no se pueden tener en cuenta a la hora de valorar el mejor smartphone del momento.
Durante una temporada el HTC One va a ser el teléfono que lleve conmigo a todas partes, y no creo que me arrepienta. Si queréis un smartphone premium, con hardware y apariencia de alta gama, el HTC One es para vosotros.