Si por algo se caracteriza Android es por que cualquiera puede coger su código fuente y crear su propia versión. Ese código reside en Android Open Source Project, o AOSP. Pero a lo largo de los años de vida de Android, cada vez son más las compañías que se dedican a adaptar las nuevas versiones de AOSP a sus necesidades.
Esto ha dado como resultado algunas versiones interesantes, como Fire OS que usa Amazon en sus dispositivos Kindle, o MIUI que es utilizado en los teléfonos de Xiaomi. Pero en el fondo son sistemas Android, fuertemente modificados, pero compatibles con las aplicaciones que podéis ver en Google Play. Otros muchos fabricantes, como Sony o Samsung, se limitan a personalizar la interfaz a su gusto, pero en el fondo usan la versión de Android de Google.
Pero es ese la principal diferencia: que no suelen recurrir a los servicios de Internet de Google para funcionar. Amazon utiliza los suyos propios, desde localización hasta su propia tienda de aplicaciones. Un duro golpe para Google por que deja de ingresar dinero por la publicidad de las búsquedas que se hacen en esos dispositivos que no funcionan con el Android de Google, si no con AOSP.
ABI Research ha calculado que al menos un 20% de los smartphones que se fabricaron el pasado trimestre incluyeron una versión de Android bifurcada como MIUI o Fire OS; una versión que no es la oficial de Google. Hay otros proyectos basados en AOSP, pero principalmente es gracias a Xiaomi y otros fabricantes chinos que Google está perdiendo su predominio de Android. La cosa está lejos de ser algo problemático para la compañía, que conocedora de este hecho va a poner en marcha la iniciativa Android One y sin duda muchas otras para recuperar terreno perdido.
Vía: The Next Web.