Aunque el mercado de los relojes inteligentes apenas haya empezado a florecer, Samung lleva desde el año pasado sacando modelos cada vez un poco más refinados. El Gear S que acaban de presentar es el primero del panorama actual de relojes que proporciona conectividad 3G, además de Wi-Fi 802.11 b/g/n y Bluetooth 4.1. Quizás con el chip de comunicaciones de Intel. Técnicamente se le puede considerar como un teléfono en la muñeca.
En el apartado técnico, el reloj cuenta con conectividad 2G/3G con bandas que dependen del mercado, una pantalla de 2 pulgadas Super AMOLED con resolución de 360x480 píxels, procesador de doble núcleo a 1.0 GHz, sistema operativo Tizen, resistente a agua y polvo (certificado IP67), 512MB de RAM, 4GB de almacenamiento interno y una batería de 300 mAh. Cuenta con una gran variedad de sensores: acelerómetro, giróscopo, brújula, ritmo cardíaco, luz ambiente, ultravioletas, y barómetro.
La elección de Tizen es clara: reducir al máximo el consumo. Samsung actualizó su primer reloj Galaxy Gear de Android a Tizen para reportarle el doble de duración de batería. Es también el sistema operativo presente en Gear 2 y Gear Fit, y parece una elección acertada. El reloj puede ser utilizado para recibir llamadas telefónicas, contestar mensajes de texto, reproducir música, llevar la cuenta de los pasos que damos, o navegación GPS. Lo básico para que sea útil.
También llega con Gear Circle, unos cascos que permiten comunicarse por Bluetooth con el reloj/teléfono para contestar llamadas, escuchar música. Incluye un cierre magnético y una batería de 180 mAh con capacidad para 9 horas de reproducción de música y se recarga por Micro USB.
Es pronto hasta para saber si es un mercado en el que los compradores tengan realmente interés, pero ya sabemos cómo es Samsung en esto de entrar con toda la caballería a nuevos sectores, con todo tipo de ideas felices aunque la mitad de las veces no den buenos resultados al usuario final. Pero cuando consigue hacer las cosas bien, las hace bien.
Fuente: Samsung.