El lanzamiento de la primera Surface no tuvo la acogida que la compañía esperaba. Además le supuso un agujero en sus cuentas trimestrales de 900 millones de dólares en inventario no vendido. Pero con el alejamiento de la versión de la tableta con Windows RT (para procesadores ARM) y el centrarse en la Surface Pro con Windows 8, ha dado como resultado el mejor convertible que hay ahora: Surface Pro 3.
Es simplemente impresionante, y eso que su precio empieza en los 800 euros. Pero es un PC completo al fin y al cabo, que con un teclado externo o la funda-teclado que vende Microsoft se convierte en un portátil muy útil. El problema llega cuando la demanda de esta tableta ha superado con creces las previsiones de Microsoft y es difícil o imposible adquirir una en algunos países.
Microsoft ha prometido que aumentará la producción para hacer frente a la demanda y poner una Surface Pro 3 en las manos de aquellos que quieren una. Los modelos más solicitados son los que incluyen un procesador Core i5 y Core i7, aunque también son más caros. Pero son buenas noticias para la compañía, que ya empieza a conseguir que el consumidor le mire con otros ojos y no con el desprecio de los últimos tiempos de Bill Gates. Ha pasado más de una década desde entonces, y la compañía ha cambiado a afortunadamente a mejor.
Vía: TechCrunch.