El mundo de los teclados para jugones tiene en Razer una de las compañías que intenta proporcionar las opciones más atractivas pero también las que proporcionan ventajas reales a sus usuarios. Razer DeathStalker es uno de esos raros teclados para jugar que son de chiclet o goma. Aunque los teclados mecánicos suelen ser los favorecidos por los jugones, el ruido que hacen no es para todo el mundo ni para todas las casas, y tener más variedad de elección siempre es bien recibida.
En el terreno de los teclado no se puede generalizar que "este o aquel es mejor que los demás". Aunque hay una serie de recomendaciones de qué postura debemos adoptar a la hora de usar los teclados, cada usuario termina poniéndose como le apetece y posicionando muñeca y manos en poses distintas. Uno de los primeros aspectos que me gusta del DeathStalker es el reposamuñecas que incluye. El punto malo es que no se puede quitar, pero la elevación que tiene es adecuada. Además que yo prefiero los teclados poco ruidosos, y eso evita que tenga interés en los mecánicos.
El teclado es ciertamente grande, y puesto que no me dedico a usar mucho hojas de cálculo, el teclado numérico es algo que me sobra en todos los teclados. Con el software Synapse 2.0 que usar Razer para gestionar sus periféricos puedo remapear fácilmente esas teclas a distintas macros, que se utilizarán cuando esté el juego que yo quiera ejecutándose en primer plano. Eso es algo altamente valorable y uno de los puntos a favor para hacerse con los teclados específicos para juegos.
Continuando con el diseño, esta edición del DeathStalker cuenta con retroiluminación de color verde (a mi me encanta), y podremos ajustar su intensidad, también en función del juego. Todo controlable a través de Synapse 2.0, y compatible con Windows y OS X. Los que quieran más personalización en el color siempre pueden recurrir a la gama Chroma de Razer. No he encontrado diferencias entre usar el teclado en ambos sistemas operativos, por lo que la creciente base de jugones de Mac pueden poner su ojo en este teclado. Jugar con los teclados de Apple es querer pegarse con el juego y con el teclado al mismo tiempo.
Las teclas tienen el tamaño y la separación suficiente como para que no planteen problemas a la hora de darle a una tecla equivocada y lo paguemos dentro del juego. Si queremos usar siempre este teclado (como digo, yo uso uno para escribir y otro para jugar), hay que acotumbrarse a la disposición americana. Nada que no se pueda hacer en una hora de aporrear teclas, pero es algo a tener en cuenta antes de comprarlo (pero que no plantea ninguna pega real salvo que la tecla de la cedilla/cierre de llave está encima del intro, y el intro es más pequeño).
La sensación del teclado es agradable aunque se nota un poco que son teclas más de plástico que si lo comparamos con los teclados de Apple, que cuentan con la sensación más agradable de toque de todos los teclados que he probado de membrana o chiclet. La pulsación da una perfecta sensación de inmediatez desde que la pulsamos hasta que apreciamos el efecto de esa pulsación, a diferencia de los mecánicos que puede que estemos más pendientes de apretar hasta el fondo la tecla (aunque no sea necesario).
El software Synapse 2.0 es uno de los fuertes de Razer. Una vez conectamos el teclado a Windows 8.1, nos indicará si queremos instalar el programa (a lo que indudablemente tendremos que decir que sí). En la configuración del teclado podremos indicarle distintos perfiles, y a mi me gusta crearlos por juego. Da la opción de desactivar diversos atajos de Windows (como la fatídica tecla de Windows o Alt+Tab). También se pueden crear macros y asignarlas a teclas específicas, aunque en ese momento es cuando echo en falta que a la izquierda del teclado haya una hilera de teclas adicionales a las que asignar esas macros, aunque siempre termino asignándolos al teclado numérico por su cercanía al ratón.
La forma de crear macros puede resultar un poco compleja al principio. Al grabar una combinación de teclas, también guarda el tiempo que tardamos en realizar cada pulsación, por lo que es difícil acertar con rapidez a dos teclas que estén muy separadas. Como ventaja adicional se encuentra la posibilidad de grabar macros "al vuelo" con una tecla especial con que cuenta el teclado.
Conclusión
Este teclado ciertamente no es para todo el mundo. Su aspecto es un fuerte punto a favor, pero al final del día todo dependerá del tipo de teclado que queramos usar mientras jugamos, y si queremos escribir con él también dependerá de cómo tengamos por costumbre apoyar las muñecas y brazos.
Razer DeathStalker cuenta con una buena cantidad de funcionalidades que, si bien no es el teclado más económico en España para juegos, nuestros lectores de EE.UU y México lo pueden encontrar a un precio mucho más apetecible. También cuenta con una versión más barata, sin teclado retroiluminado, denominada DeathStalker Essential (se puede comprar por ejemplo en la página de Razer por 49,95€). Es quitarle uno de los factores más "cool" que tiene el teclado, pero también permite ajustar nuestro gasto en un nuevo equipo de juegos sin perder las funcionalidades de Synapse 2.0.
En definitiva, este teclado es una buena compra para todos aquellos que quieran hacerse con un nuevo teclado para juegos. Como he dicho, hay que tener claro que es de tipo chiclet, pero eso es una cuestión de gustos personales que no afecta a su calidad o características.