Apple ha comenzado a encriptar toda la información de los usuarios de sus iPhone por defecto en iOS 8. Google también ha anunciado algo similar para la versión Android L que llegará antes de final de año. Aunque son buenas noticias para los usuarios, el director del FBI, James Comey, ha mostrado su profunda preocupación al respecto.
En su opinión estas medidas ponen a los usuarios por encima de la ley, y por eso ha contactado con Google y Apple para conocer exactamente por qué han decidido encriptar los teléfonos que llevan sus sistemas operativos por defecto. Tomando esta medida, ni Apple ni Google pueden acceder a la información de los terminales ya que la clave de descifrado de la información reside en el PIN de desbloqueo del teléfono, y eso sólo la tiene el usuario.
Las acciones de ambas compañías están motivadas como consecuencia del "caso Snowden" en el que se descubrió que la NSA disponía de acceso a la información de los usuarios de servicios como los de Google, Microsoft y Apple.
Vía: Ars Technica.