Uno de los apartados en los que los teléfonos inteligentes tiene todavía mucho que mejorar es en su resistencia a caídas. Incluso con pantallas que incluyan Gorilla Glass 3 las roturas son habituales si se dan las condiciones oportunas: una mal ángulo de caída y una superficie especialmente dura.
El segundo punto es imposible de controlar, pero el primero, el ángulo de caída, Apple está convencido de que sí lo es. Una nueva patente que le ha sido concedido utiliza el motor de vibración interno que incluye los iPhone para variar el ángulo de impacto contra el suelo para minimizar los daños que se puedan producir.
Utilizando los sensores que incluye (acelerómetros, giróscopos, GPS) y otros que todavía no los tiene (como emisor de ulstrasonidos) determinaría la trayectoria y el ángulo del teléfono en tiempo real durante la caída libre y daría las órdenes pertinentes al motor de vibración. Una curiosa patente que no tiene por qué llegar pronto al iPhone, pero sería un añadido realmente interesante.
Fuente: Apple Insider. Vía: TechCrunch.