Si los malos resultados económicos de Samsung ha motivado una reducción del 30% de los dispositivos que iba a presentar la compañía en 2015, por ahora no parece que vayamos de ver un puñado de terminales nuevos de Samsung cada mes. A la presentación de los nuevos E5 y E7 en el CES se unen dos nuevos terminales.
Galaxy Grand Max es un nuevo teléfono con el hardware de gama media que Samsung quiere estandarizar para reducir costes de producción. Con un Snapdragon 410 en su interior (y conectividad LTE), pantalla de 5,2 pulgadas HD y una batería de 2.500 mAh, parece una buena opción para aquellos que quieran un dispositivo con una buena autonomía.
A principios de diciembre surgió información sobre la inminente llegada del Galaxy A7, otro de los nuevos teléfonos centrados en un diseño con marca de metal de Samsung para distanciarse con el pasado. Ahora ha sido presentado en sociedad en un evento en Malasia, durante el lanzamiento de los A3 y A5.
El Galaxy A7 cuenta con una pantalla de 5,5 pulgadas y procesador Snapdragon 615, por lo que se puede enmarcar en la gama media-alta que Samsung tiene preparada para este año. La batería será de 2.600 mAh, acompañada por una pantalla 1080p, por lo que habrá que esperar a las pruebas de rendimiento para conocer su autonomía. Samsung ha hecho avances en el consumo de sus pantallas, y las optimizaciones de Android están mejorando este apartado, aunque no nos guste ver que por tener un grosor de 6,3 mm se baje de los 3.000 mAh en la batería de un teléfono de este tipo. Se pondrá a la venta en febrero por un precio que rondará los 400 dólares.