Motorola cuenta en su catálogo de teléfonos con algunos de los mejores que se pueden encontrar en la gama media y baja. El mercado de los smartphones cambió con la llegada del Moto G, y el nuevo Moto E también quiere iniciar una pequeña revolución orientada a proporcionar más características como conectividad LTE a la gama baja pero sin quedarse cortos en el rendimiento del teléfono. Y por supuesto, manteniendo un precio bajo.
Puede que a lo largo del artículo realice comentarios abiertamente malos sobre el teléfono, pero hay que tener en cuenta que estoy hablando de un teléfono de gama baja. Quiero dejar claro los puntos malos de este tipo de teléfonos para que no esperéis del nuevo Moto E cosas que no hay tampoco en ningún otro teléfono de gama baja. Cuando se compran teléfonos baratos, hay que ser plenamente conscientes de lo que se adquiere y decidir si no es mejor optar por algo un poco mejor y un poco más caro.
Diseño y hardware
Este nuevo Moto E no destaca por su diseño, como tampoco lo hace ningún teléfono de la gama baja. No es feo, pero el tacto y diseño siguen pareciéndose a los productos que se ponían a la venta hace cuatro años. Es un apartado que los teléfonos Lumia de Microsoft sin embargo sí que consiguen transmitir buena sensación, aunque el nuevo Moto E se aproxima.
El frontal del teléfono está dominado por la parte superior, donde se sitúa el altavoz y la cámara de fotos frontal. La parte inferior es mínima, y le da un aspecto un tanto especial con la pantalla apagada, y que se hace muy evidente en el modelo de color blanco. Se hace raro ver tan poco espacio en la parte inferior y tanto en la superior, aunque también cuenta con unos gruesos márgenes laterales en torno a la pantalla
El teléfono se maneja bien con una mano, y no resulta demasiado grande, pero tampoco es pequeño, y puede agradar a un amplio sector que cree que los teléfonos con 5 pulgadas de pantalla son claramente zapatófonos. En mi caso prefiero los botones físicos en los teléfonos por la simple razón de que, si pago por un teléfono con 4,5 pulgadas de pantalla (como es el caso) quiero que sean 4,5 pulgadas siempre.
La botonera virtual, por muy transparente que se haga y/o vaya cambiando de ubicación, te quita espacio útil de la pantalla y es más evidente cuanto menor es el tamaño de la pantalla. En los de 5 pulgadas no se nota mucho, pero en estos de 4,5 pulgadas, o incluso en los de 4, limita bastante el espacio útil. Pero los botones virtuales es lo que ha querido imponer Google, y lo ha conseguido.
Una mejora introducida en el diseño es una banda con rugosidad en torno al mismo, que facilita mucho el agarre. Una de las cosas que no me gustaban del Moto G es que daba la sensación de resbaladizo. Con esta rugosidad Motorola le da al usuario un nivel adicional de confianza al usuario para saber que no se le va a escapar fácilmente.
Esa banda de hecho es la que hay que quitar para tener acceso a la ranura de la/s tarjeta/s SIM y microSD, y le da un toque distinto a la parte trasera del teléfono. Es el único punto destacable del diseño y que me han llamado la atención positivamente.
La pantalla es de buena calidad en la mayoría de los apartados que no son el brillo de la misma. Unos buenos niveles de contraste y buena reproducción de colores hacen que se vea estupenda (no se ve que los blancos tiendan al amarillo o azul, por lo que su temperatura debe estar cerca de los 6500K), y aunque sólo llega a 245 ppp, le da suficiente nitidex para que en la mayoría de las ocasiones no notemos que no es una pantalla con más definición.
Además que la capa oleofóbica con que cuenta es muy de agradecer para que no se queden constantemente marcada la grasa de los dedos, y es algo muy habitual (y tedioso) en los terminales de gama baja. Al menos en el modelo que he recibido, en la parte inferior (en el borde izquierdo en la fotografía adjunta) aparece una ligera fuga de luz, que no se nota en la mayoría de ocasiones, pero que existe. Como digo, puede ser un defecto del modelo que he recibido y no presentarse en otros.
Entrando en el terreno del brillo, la pantalla no se ve bien a plena luz del día, por lo que no se podrá usar más allá para "intuir" el botón de responder llamada. No posee ajuste automático de brillo, por lo que salir de una zona oscura a la luz del día puede hacer misión imposible subir el brillo de la pantalla sin irnos a una zona con sombra para hacerlo.
Rendimiento
CPU
La versión anterior del Moto E incluía un procesador de doble núcleo Snapdragon 200. La diferencia de rendimiento es muy notable, porque además es un teléfono que funciona bien para chatear y llamadas, pero no se le puede pedir mucho más. Sin embargo, a este Moto E las cosas son distintas. El procesador Snapdragon 410 se porta más que bien, y 1 GB de RAM son más que suficientes para las tareas que tiene por delante. La resolución de 540 x 960 píxeles ayuda mucho a que el rendimiento gráfico sea mucho mejor, con algunas particularidades.
El navegador web es una de las aplicaciones básicas más exigentes que se utilizan ahora mismo en cualquier teléfono. Esto es debido a la alta carga en JavaScript que tienen muchas, y por eso uno de los tests fundamentales para medir rendimiento de una CPU es ver qué tal se comporta con JavaScript. El Snapdragon 410 de este Moto E se porta mejor que el Snapdragon 400 del Moto G, pero sólo de manera marginal.
En la práctica tendréis una experiencia semifluida con los navegadores, pero en algunos momento puede dar "tirones" en su uso. El motivo no es otro que un rendimiento por núcleo escaso, ya que son aplicaciones que no suelen sacar mucho provecho de que el procesador tenga más o menos núcleos. Eso se ve claramente en la siguiente gráfica de rendimiento mononúcleo.
Sin embargo el comportamiento de los cuatro núcleos funcionando al mismo tiempo es razonablemente bueno y mejor que el Snapdragon 400. Aun así los cuatro núcleos no intervendrán salvo en aplicaciones concretas, y un bajo rendimiento por núcleo motiva que en momentos determinados, como por ejemplo al abrir aplicaciones por primera vez, pueda presentar el teléfono momentos de espera que en otros teléfonos más caros no se presentarían.
GPU
El apartado gráfico de la Adreno 306 no presenta grandes novedades, y es una iteración más de la Adreno 305 incluida en el Snapdragon 400, para adaptarla a la nueva arquitectura del procesador. En la prueba de GFXBench de T-Rex queda ligeramente por delante que la Adreno 305, pero en el T-Rex queda por detrás. No hay grandes cambios en cuanto a rendimiento, pero sí queda en ambos casos mejor que el anterior Moto E.
Almacenamiento
Este terminal no es especialmente rápido, y tiene algunos puntos grises. Por ejemplo, la lectura secuencial de archivos grandes llega a los 70 MB/s, y la escritura secuencial a 15 MB/s, pero la escritura aleatoria de archivos de tamaño 4 KB sólo llega a 400 IOPS (operaciones de entrada/salida por segundo), y la lectura a 3.300 IOPS. Por comparar, un equipo de gama alta puede llegar a los 3.500 IOPS tanto de lectura como de escritura, y hasta los 220 MB/s de lectura secuencial.
Los resultados en realidad son buenos, y son mejores que los del Moto E (2014). Si miramos que estamos ante un terminal de gama baja, no se le pueden poner muchas pegas, y salvo casos concretos de aplicaciones que usen muchos archivos pequeños (juegos), no tendrá mucho impacto en nuestra experiencia de usuario. Sin embargo, si coincide que el propio sistema operativo está haciendo algo mientras abrimos otras aplicaciones, puede impactar el rendimiento causando retardos en la apertura de las mismas. Pero por lo general la velocidad de la memoria NAND incluida en el terminal es mala.
Wi-Fi, LTE y Sonido
Este teléfono cuenta con LTE, y es un aspecto importante para aquellos que en sus zonas haya un mal despliegue de 3G. No suele ocurrir en Europa, pero en muchos países de América sí que lo puede llegar a ser. Las redes 4G LTE en aquellos países proporcionan un acceso a internet adecuado para los tiempos que corren y buena cobertura en las ciudades.
Incluye LTE Cat 4, lo que da unos valores máximos de 150 Mbps (18,75 MB/s) de bajada y 50 Mbps (6,25 MB/s) de subida. La velocidad máxima en realidad dependerá de la red de vuestra operadora, y mientras que en países como Corea del Sur la velocidad real está más cerca de la teórica, en otros puede ser de la mitad. Pero teniendo en cuenta que la velocidad del acceso a internet de muchos hogares es de 3 Mbps (0,375 MB/s), tampoco me preocuparía demasiado en tener más velocidad en mi teléfono que en mi casa.
En el terreno del Wi-Fi, lo que noté al probarlo es que me ha ocasionado algún problema en la velocidad de conexión con el router, y se trata de un router de gama alta con Wi-Fi 802.11 ac. A veces le cuesta conectar, otras veces pierde la cobertura fácilmente si me alejaba unos 5 ó 6 metros (con paredes entre medias), y otras al estar a un metro con una pared entre medias sólo coenctaba a una velocidad de 5 Mbps (unos 625 KB/s de descarga).
El Moto E dispone de un altavoz frontal, lo cual se agradece en este tipo de dispositivos para que el sonido nos llegue directamente. Aunque la calidad del mismo puede ser adecuada para su precio, y cuenta con gran potencia, la calidad empieza a degradarse rápidamente cuanto más alto lo pongamos. Nada fuera de lo normal, pero que en teléfonos de gama alta (obviamente) no pasa. Sirve perfectamente para poner música en una pequeña reunión o para ver algún vídeo con amigos.
El teléfono no cuenta con NFC, pero tampoco debería preocupar demasiado. Llevan 10 años diciendo que va a ser importante al siguiente año, y ya estamos en 2015. Lo llevo escuchando desde el 2005, en la universidad me lo dijeron continuamente, y aquí seguimos, sin nada con que aprovechar el NFC con el que se han vendido millones de teléfonos.
Autonomía
La autonomía de un teléfono es uno de los aspectos fundamentales para una gran mayoría de usuarios. En mi caso, que me paso la mayor parte del tiempo delante del PC y uso chats como Hangouts o iMessage, no es tan fundamental. De hecho de lo poco que suelo usar el teléfono, en torno a una hora de pantalla/llamadas al día, incluso un iPhone 6 me dura cuatro o cinco días antes de tener que recargarlo.
Pero aquellos que uséis mucho el teléfono quedaréis encantados con el Moto E (2015). Podéis esperar entre 10 y 12 horas de uso medio o medio-intenso, gracias a su resolución y a que incluye una batería de 2.390 mAh. Con estos resultados en realidad no me queda claro si Android 5.0 hace que mejore.
En comparación con el Moto E del año pasado, que tenía una batería de 1.980 mAh, la ganancia en duración de este nuevo Moto E está en relación directa con la mejora de su capacidad. Puede haber otros factores, como que la pantalla consuma más o que sea de peor calidad, por lo que a simple vista no basta para saber si Android 5.0 mejora las baterías de los nuevos teléfonos que están llegando con esta versión de fábrica.
Cámaras
El apartado fotográfico de los teléfonos es uno de los que más importa a muchos compradores cuando van a adquirir un teléfono nuevo. Desgraciadamente, el Moto E, tanto la versión anterior como la actual, no destaca en este apartado, y se hace evidente que es donde Motorola ha hecho los mayores recortes. Su cámara de 5 megapíxeles sin flash es simplemente mala, y en comparación hace realmente buena la de 5 MP que incluye el Lumia 630.
La única gran diferencia es que esta tiene autofocus, pero muchas veces no funciona del todo bien. Los colores salen algo apagados, pero el problema reside en el excesivo ruido que introduce la cámara en las fotos, con un postprocesado que elimina parte de los detalles de las mismas, o casi todo si no hay una gran fuente de luz natural cerca. En cuanto hagas un poco de zoom se hace evidente que son fotos malas, y algunos bordes de objeto están excesivamente retocados por el postprocesador y los hace irreales, sacándolos fuera de su integración con la escena.
En escenas con buena luz no hace un mal papel del todo, pero sigue presentando un ruido excesivo y los bordes demasiado perfilados. Tiene tendencia a saturar los colores de la fotografía, y se hace evidente en las tonalidades rojas.
Pero claro, si lo que quieres es sacar fotos para Facebook o enviarlas por Whatsapp, esta cámara tiene calidad suficiente. No te permitirá ampliarlas mucho sin que se hagan evidentes sus defectos, pero para un uso social no tendrás problemas con ellas. Eso sí, sin flash y con poca luz, olvídate de tomar fotos.
Conclusión
Motorola no ha arriesgado nada en este Moto E y lo que nos trae es un terminal sustituto del Moto G de 4,5 pulgadas de pantalla, salvo por la resolución que es inferior. Son buenas noticias porque además tiene un precio menor, pero los 129 euros de precio de lanzamiento y en el momento de este análisis (5 de marzo) me parecen poco atractivos.
Osea, no hay mejora casi en la cámara (bueno, en realidad se nota si has usado el anterior, pero sigue sin poder calificarse de buena), su autonomía mejora pero no drásticamente, y tiene una pantalla más grande con más brillo que puede impactar más al consumo aunque la verdad es que se ve mejor. La única diferencia notable es la inclusión de LTE, pero tampoco es una tecnología que se pueda valorar para comprar este teléfono por encima del Moto E de 2014 salvo en ciertos países de América con malas redes 3G.
Sí hay un aumento de fluidez, pero sigue quedándose atascado de vez en cuando, por lo que no se puede decir que sea un terminal 100% fluido. Es un buen terminal para navegar por internet, usar WhatsApp y sacar alguna foto si no hay cámara mejor a mano... pero es exactamente para lo que vale el Moto E 2014, que se puede encontrar por 75 a 79 euros. Una diferencia de 50 euros, para no ganar casi nada, no justifica la compra a día de hoy del Moto E 2015 (salvo en casos puntuales).
Afortunadamente en unas semanas comenzará a bajar de precio, quizás un par de meses, en cuanto comience la descatalogación del modelo anterior. Es la táctica habitual de Motorola, y en torno a los 100 euros en los que se situará sí que será una compra interesante. Android 5.0.2 es un dato positivo de este terminal que puede también convertirse en motivo para comprarlo ya que tendrá actualizaciones durante al menos un año más que el Moto E anterior.
Dejando a un lado el tema del precio, el Moto E 2015 es un buen terminal, con sus puntos fuertes con respecto a lo que hay en esta gama baja (procesador y pantalla), y los contras que encontramos en todos los de gama baja (cámara y almacenamiento interno limitado). Pero en general, es una buena opción de compra, y una que hay que considerar si queremos un teléfono para un uso básico y que nos de una buena experiencia de usuario.