Samsung sabe perfectamente lo que se juega con el lanzamiento del Galaxy S6. Una mala crítica en alguno de sus apartados pueden determinar que se hunda su división de telefonía. Por eso Samsung ha optado por incluir almacenamiento interno de tipo UFS 2.0 en vez de eMMC para dar la máxima fluidez posible a su nuevo teléfono insignia.
Sin duda lo ha conseguido, porque el teléfono funciona sin tirones aparentes, aunque prefiero esperar a tenerlo unos días en las manos y analizarlo tranquilamente para ver si es así. En la velocidad de lectura y escritura secuencial, Samsung borra del mapa a todos sus competidores Android, y queda también muy por encima del iPhone 6.
Aunque no aparece en las gráficas, el dispositivo de Apple alcanza los 250 MB/s secuenciales de lectura y los 86 MB/s secuenciales de escritura, mientras que Samsung llega a los 315 MB/s de lectura y 140 MB/s de escritura. Realmente impresionante, y son resultados que se acercan cada vez más a los de un SSD.
El Galaxy S6 también queda muy por encima en lectura y escritura de bloques de 4 KB aleatoria, alcanzando los 77 MB/s en lectura y los 20 MB/s de lectura. Teniendo en cuenta las bondades de UFS 2.0 (lectura y escritura simultánea para empezar), Samsung promete tener el mejor teléfono del momento en el mercado. La pregunta es: ¿le servirá de algo con el asedio al que le someten los teléfonos chinos?
Vía: Android Police.