Google sigue queriendo dominar el mercado de los portátiles de bajo coste y defenderse así de la amenaza de los convertibles con Windows 8.1 y próximamente con Windows 10. Chrome OS sigue siendo un sistema operativo limitado, y a mismo precio (unos 200 a 250 dólares) los usuarios fácilmente elegirían los portátiles con Windows. Por eso Google ha presentado los Chromebooks de 149 dólares.
Los primeros modelos vienen de la mano de Hisense y Haier, y comparten prácticamente el hardware y aspecto: procesadores ARM de bajo consumo fabricados por Rockchip con núcleos Cortex-A17 a 1,8 GHz y GPU Mal T760, 2GB de RAM, 16 GB de almacenamiento interno, pantallas de 11,6 pulgadas y resolución 1366 x 768 píxeles de poco brillo (200 nits, nada de usar al sol).
En el apartado de la conectividad incluyen dos puertos USB 2.0, lector de tarjetas microSD, jack de audio, puerto HDMI, cámara web 720p, Bluetooh 4.0 y Wi-Fi 802.11 b/g/n/ac. Tienen autonomía para 8,5 horas y ambos tienen un peso entre 1,15 y 1,49 kg. Una versión del portátil de Haier es algo más pesado pero ofrece la posibilidad de retirar la batería.
Presentar estos equipos baratos antes que la alternativa con Windows es importante para Google ya que el grueso de las ventas de Chromebooks se realiza en el sector educativo. Una diferencia de 50 a 100 dólares de precio en este sector es muy importante. Además que cuanto antes salgan a la venta antes se gastan las instituciones educativas su presupuesto anual en equipos y menos dejan para próximos equipos con Windows 10.