Como ciudadanos de la Unión Europea, somos libres de movernos entre los diferentes países que la integran sin dar explicaciones. En ese objetivo que tienen los políticos europeos de que no haya fronteras en la Unión, quieren que se aplique también a la entrega y consumo de servicios digitales con la creación de un mercado único digital.

Esto tiene varias implicaciones importantes según el documento difundido por la Comisión Europea. Por un lado establecerán normativas para facilitar el comercio transfronterizo, aunque este punto me parece poco interesante. En mayor o menor medida en la actualidad este comercio se realiza sin trabas, y la regularización de los impuestos en ventas desde tiendas digitales que se produjo el 1 de enero ha normalizado el sector. Un cambio a peor para las empresas, pero a mejor para las arcas de los estados.

Georrestricciones fuera, más seguridad dentro

Es mucho más interesante la eliminación de los bloqueos geográficos o georrestricciones injusticadas en los servicios digitales, además de la reducción de las diferencias entre las distintas legislaciones sobre derechos de autor que hay en los estados miembro. Quieren facilitar el acceso de los ciudadanos a los servicios digitales y el ocio digital.

¿Alguien dijo Netflix? Podría ser un primer paso para acceder al catálogo que más nos convenga de este servicio de streaming, o incluso que realizaran la fusión de los catálogos en uno solo para toda Europa. Habrá escollos legales, por supuesto, pero a largo plazo es lo que puede terminar ocurriendo.

Otro punto importante es que quieren reforzar la seguridad de todos los servicios digitales, sobre todo los que tengan que realizar algún tratamiento de datos personales, y asegurar la privacidad de la información. Fundamental para el siguiente apartado. Eso implicará que se establezcan lazos de colaboración con la industria de la ciberseguridad para reforzar al máximo posible este campo.

Lo positivo es el libre flujo de información dentro de Europa

Lo que me parece realmente interesante es que quieren permitir el libre flujo de datos a través de la Unión Europea. Quizás por ser un tema en el que he estado implicado y me gusta, afecta directamente a la telemedicina. Ahora mismo no hay un sitio centralizado en el que, por ejemplo, desde Finlandia puedan acceder a nuestro historial médico en España si tenemos un accidente o problema durante nuestras vacaciones: alergias, operaciones recientes, y otras cosas importantes si nos ocurre algo y no podemos decírselo nosotros.

Esto lo realizarán además desarrollando normas y asegurando la interoperabilidad dentro del mercado único digital, y que afectará también a otros servicios públicos como el transporte o la energía. Pero también facilitarán el desarrollo y modernización de las administraciones electrónicas de los gobiernos, como los registro mercantiles de toda Europa, asegurando que los formatos de la información de todos ellos sean compatibles entre sí.

Uno de los grandes problemas de la telemática a día de hoy es la falta de interoperabilidad entre los sistemas públicos. Si en España ya nos ha costado lo suyo que las distintas autonomías dispongan de un sistema que facilite la transferencia de información médica (por la absurdez de que haya 17 sistemas sanitarios distintos, uno por comunidad autónoma), regular esto a nivel europeo es algo fundamental.

Más de veinte países, con decenas de regiones distintas, ¿y cada uno con sus sistemas propios de administración electrónica? Puro caos. Pero también permitirá que las administraciones públicas de distintos países cambien, por ejemplo, información de impuestos o de multas de tráfico de manera más fluida y eficiente. Se acabó lo de escaquearse de pagar las multas de velocidad en Alemania por ser ciudadano español y que no te llegue a casa la multa.

El mercado único digital tiene buenas intenciones, y debería estar casi listo a finales de 2016. Puesto que requerirá muchas negociaciones entre los estados miembros de la Unión Europea, puede dilatarse su entrada en vigor. Aunque personalmente espero que se den cuenta de su importancia y se acelera su puesta en marcha.