Microsoft está dando los últimos retoques a Windows 10, y se está tomando su tiempo porque va a ser la última versión de Windows. Al menos según un desarrollador de Microsoft, Jerry Nixon, en su intervención en el congreso Microsoft Ignite. Las cosas van a cambiar mucho cuando llegue al mercado, sobre todo en cuanto a las actualizaciones futuras.
Por un lado se van a terminar los martes de parche o Patch Tuesdays. Es el nombre que recibe el segundo martes de cada mes en el que Microsoft distribuye actualizaciones de seguridad para sus productos. De esta forma la compañía puede estimar que una amenaza de seguridad es prioritaria y podrá actualizar los productos afectados tan pronto como esté listo el parche.
Los usuarios tendrán la posibilidad de suscribirse a un anillo rápido de actualizaciones de seguridad en el que las recibirán inmediatamente, o un anillo lento para aquellos que prefieren esperar un poco en caso de que las actualizaciones rápidas den algún tipo de problema.
La última versión tal y como las conocemos hasta ahora
En el proceso Windows 10 será la última versión de Windows. Las próximas actualizaciones importantes de Windows dejarán a un lado la versión numérica por un apodo. La actualización de 2016 se llamará Windows Redstone, aunque internamente conservarán la versión numérica para llevar el registro de cambios.
Es una situación de cara al usuario que es familiar en OS X, y en menor medida en Linux. Poca gente piensa en OS X con un apelativo numérico, y en su lugar usar el nombre de la versión, Lion, Mountain Lion, Maverick, Yosemite. Son el mismo sistema operativo, con funcionalidades añadidas y diversos cambios, pero mantienen una estructura similar de código y kernel.
No se puede decir lo mismo de Windows que ha variado enormemente con el paso de los años. Al menos hasta ahora, ya que Microsoft parece que ha llegado a su estructura y kernel de Windows ideal.