Las compañías se afanan en perfeccionar al máximo la seguridad en sus navegadores para evitar que los hackers se dediquen a usarlos como caballo de troya para tomar el control de nuestros equipos, pero no son tan buenas a la hora de protegernos de ellas mismas. Al menos es lo que está ocurriendo con el proyecto de código abierto Chromium en el que se basa el navegador Chrome.
Una de las extensiones de este proyecto, llamada Chrome Hotword, habilita la funcionalidad de poder decir OK, Google para activar las búsquedas por voz. La polémica ha surgido cuando en mayo se descubrió que esta extensión se instala queramos o no en el navegador, y aunque no esté habilitada, si tenemos por defecto seleccionado las búsquedas en Google, escucha permanentemente lo que digamos.
Podéis comprobar si tenéis activada esta extensión poniendo chrome://voicesearch/
en el omnibox (la barra de URL). El problema ha llegado en Chromium cuando dicha extensión ni siquiera aparece entre las que están instaladas en el navegador, no se dispone de su código fuente (como debería tenerse en un proyecto de código abierto), por lo que tampoco se puede gestionar ni saber si envía o no información a Google. Este asunto está siendo tratado como un bug enviado por la comunidad, bajo el supuesto de que Google no lo ha introducido intencionadamente y que lo solucionará.
En mayor o menor medida Google hace lo que quiera con Chrome, pero el proyecto Chromium que hay detrás de él no debería tener integración con servicios específicos de Google como este de Chrome Hotword, o avisar claramente que está instalado por defecto, aportar el código de la extensión y/o dar la posibilidad de eliminarlo completamente.
Los desarrolladores acuden al código abierto para inspeccionar el código e incluir en sus proyectos aquellas partes que les parece interesantes, y cuando se encuentran con cosas como esta, saltan las alarmas. Por el momento Google se ha limitado a evitar que el módulo de Chrome Hotword se instale automáticamente en Chromium 45 sin dar mayores explicaciones.
Vía: Ars Technica.