El sector de los libros está dando grandes titulares en los últimos meses. A las investigaciones (y condena) de Apple por fijar los precios de los libros electrónicos y evitar que Amazon pudiera proporcionarlos a un precio menor, ahora será Amazon la investigada por posible abuso de su posición dominante en la industria del libro.
También se acusa a Amazon de empobrecer a la industria del libro, de dañar la carrera de diversos autores y de limitar la libertad de expresión. El reciente problema con la venta de libros de la editorial Hachette levantó fuertes críticas contra el gigante Amazon en EE. UU., pero ambas compañías llegaron a un acuerdo para enterrar el hacha de guerra.
Ventas por debajo de coste y otras supuestas irregularidades
Jeff Bezos es un hombre brillante, pero como todos los de su generación (como Steve Jobs), es un hombre obstinado y algunas veces se olvida de que está donde está gracias a sus clientes y a la sociedad en la que se sitúa, y que medidas que perjudican la competencia no pueden ser toleradas.
En algunos casos, sus tácticas incluyen vender libros por debajo de su coste, algo que en Europa no es tan frecuente por la protección del sector de los libros que limita los descuentos a un 5% en libros de novedad, pero que habría hecho hace tiempo que todas las pequeñas librerías hubieran echado el cierre porque no pueden competir contra una empresa que ingresa 20.000 millones de dólares cada trimestre. Amazon vende el 85% de los libros fuera de librerías en EE. UU.
Además, el acuerdo por la demanda a Apple por fijar precios de los libros electrónicos se suponía que haría que Amazon subiera los precios de los libros, cosa que no ha ocurrido, sino que encima los ha bajado aún más. Según los editores y autores, lo hace para mantener su ventaja comercial con su competencia. Ahí veo algo a lo que Apple se va a agarrar para una segunda apelación al resultado de su demanda.
Vía: EnGadget.