Los huracanes provocan a lo largo del año una enorme cantidad de muertes, y en parte es debido a que la actual red de satélites dedicada a su monitorización sólo realizan un control periódico de su evolución. Puesto que son fuerzas de la naturaleza impredecible, en cuestión de minutos pueden cambiar de fuerza y dirección, y hacer que las predicciones realizadas sobre su evolución dejen de valer.
Algunas veces evolucionan mucho peor de lo esperado, con consecuencias nefastas. Por eso la NASA ha desarrollado un plan para crear una constelación de ocho satélites para el programa CYGNSS (Cyclone Global Navigation Satellite System), y ha comenzado ya su ensamblaje en Texas.
Estos microsatélites será capaces de medir por primera vez la velocidad de los vientos en superficie dentro de los ciclones, tifones y huracanes, así como de sus inmediaciones, por lo que se podrán realizar predicciones más certeras de su intensidad, rumbo y fuerza de las tormentas que vayan dejando a su paso.
Cada microsatélite pesa unos 29 kg y mide 51 x 64 x 28 cm, y usan energía solar proporcionada por unos paneles de 1,6 metros de envergadura. Los satélites se desplegarán en la órbita baja de la Tierra (LEO) y estarán operacionales en 2017, pudiendo pasar por una zona concreta cada 12 minutos. Además proporcionarán lecturas de los trópicos cada pocas horas en vez de cada pocos días como hasta ahora.
Vía: Gizmag.