Los drones empiezan a ser una realidad en el día a día de una ciudad gracias a una disminución de su coste y a la introducción de los cuadricópteros. En la práctica siguen cayendo dentro del aeromodelismo, y por tanto se rigen por las leyes vigentes en cada país relacionadas con este sector.

En la mayoría de los países está prohibido volarlos en zonas urbanas, sobre aglomeraciones de personas y de noche. Y si decides hacerlo, y encima tu dron se estrella en mitad de un partido del US Open, da por seguro que vas a terminar con tus huesos en la cárcel.

El dueño del dron es un profesor de una escuela pública de Brooklyn de 26 años, y ha sido detenido bajo cargos de "imprudencia temeraria, manejo imprudente de un dron, y manejo de un dron fuera de las zonas legalmente permitidas para ello". Además en este caso, según la legislación aplicable al estado de Nueva York, no se pueden volar drones a menos de 5 millas de un aeropuerto, y el de LaGuardia está a 4,2 millas de la pista de tenis.

El dron estrellado tenía un buen tamaño, y de por seguro que de haberle caído a alguien en la cabeza le podría haber causado graves lesiones o incluso la muerte.

No se suele necesitar licencia para manejar drones salvo que se use para trabajos profesionales. Puesto que no se pueden usar en zonas urbanas, el uso de los drones con cámara se limita a usos profesionales o en zonas despobladas, por lo que no hay gran problema contra la privacidad, y de usar un dron con cámara en zona urbana, la multa en españa puede ser de hasta 225.000 euros más otras denuncias civiles por intromisión en la intimidad de las personas.