Algunas veces Rusia es un paradigma del autoritarismo, y otras de la defensa del medioambiente (aunque no siempre sean obvios los motivos). En un intento por fomentar el uso de los coches eléctricos en el país, el gobierno ruso del primer ministro Dmitry Medvedev ha aprobado una nueva ley que pretende crear una red de cargadores eléctricos a lo largo y ancho del país.
La ley obligará a todas las gasolineras a disponer de un punto de recarga para vehículos eléctricos para el 1 de noviembre de 2016, con la intención de mejorar el número de vehículos eléctricos que se venden cada año. El parque automovilístico de estos coches asciende a la enorme cifra de 500, de acuerdo a las cifras mencionadas por The Moscow Times.
Siendo en la actualidad el mayor productor de petróleo, los ciudadanos rusos tienen pocos incentivos para comprar un vehículo eléctrico debido al bajo coste de la gasolina. El coste del equipamiento para las gasolineras se situará en unos 1.200 euros sin costes de instalación, aunque el gobierno cree que esto permitirá que el sector reciba el impulso que necesita.
Vía: EnGadget.