Apple ha renovado un año más sus iMacs, y como siempre han sido fuertemente criticados debido a su precio y el hardware incluido. Pero en parte es porque no se tiene en cuenta el tipo de público para el que es los Macs en general, sobre todo a estos niveles.
Estos iMac son equipos para profesionales del diseño gráfico, fotografía, edición de vídeo y más. Como ya comenté en un artículo hace un par de semanas, el precio del modelo de 27 pulgadas incluye una pantalla con resolución 5K, y en el mercado actualmente no hay más que un par de competidores. Son monitores que cuestan a partir de 1.700 euros, y en el caso del usado por Apple, su calidad de colores es inigualable.
Además han añadido soporte a la gama de colores DCI P3, con ángulos de visión perfectos, formato para el mundo cinematográfico, por lo que vuelvo a incidir que es un equipo específico para un grupo de potenciales compradores muy específico. Si le vas a dar un uso ofimático, por favor, no lo compres. Si lo quieres para jugar, por favor, no lo compres.
Hardware
Como buen todo en uno, algo en lo que Apple ha sido un pionero y que últimamente se está popularizando entre los fabricantes de PC, todo el iMac es una sola pantalla con la electrónica incluida detrás del panel LCD. Está fabricado de una única pieza de aluminio, y la placa incluye un único ventilador que extrae el calor hacia la parte trasera. En general no se le escucha, aunque cuando se esté poniendo a prueba la CPU o GPU puede ser bastante ruidoso sin llegar a ser molesto.
En la parte posterior incluye el acceso a la memoria RAM, con cuatro ranuras de memoria con una capacidad de hasta 64 GB. Utiliza memoria DDR3 a 1866 MHz, y es una pena que Apple no haya optado por la DDR4 a 2133 MHz, aunque los equipos Skylake que se quieran fabricar a modo barato optarán por la DDR3 (más baratas de fabricar las placas y memoria con buenos subtiempos más barata).
El procesador del modelo básico de 27 pulgadas es un Core i5-6500, y se puede actualizar hasta un Core i7-6700K. Si bien no es una gran mejora de rendimiento con respecto al i7-4790K de la generación Haswell, es una evolución necesaria para añadir nuevas opciones de conectividad.
La GPU utilizada es una AMD Radeon R9 M395X, y en este caso me parece una buena elección. Las tarjetas gráficas AMD se portan mejor que las Nvidia a resoluciones por encima de los 1080p, y siendo un equipo cuya pantalla es 5K (5120 x 2880 píxeles) es una combinación perfecta.
Conexiones
En la parte posterior se incluyen cuatro conectores USB 3.0 (conocido ahora como USB 3.1 Gen 1) y dos Thunderbolt 2. Aquí resultará curioso que Apple no haya incluido un conector USB Type-C o USB 3.1 Gen 2, pero en realidad son problemas menores que no se pueda solucionar con adaptadores. Puesto que Thunderbolt 2 soporta hasta 20 Gbps y USB 3.1 Gen 2 es de hasta 10 Gbps, en cuanto se imponga este nuevo tipo de USB se podrán usar con un adaptador a través de los puertos Thunderbolt.
No lo entendáis como una excusa para que no incluya puertos Thunderbolt 3 o USB 3.1 Gen 2 (con conector Type-A o Type-C). Pero creo que son cosas que, si bien considero convenientes para un equipo, personalmente no me molestan de un equipo de sobremesa. La carencia de esos conectores resultará más molesta si los próximos MacBook Pro no la incluyen porque en casa puedes ponerle los adaptadores que necesites al equipo y despreocuparte de ello después.
La parte posterior también incluye un jack de audio (necesitaréis un adaptador para los cascos con micrófono), un puerto Ethernet (10/100/1000), y un lector de tarjetas SD/SDXC. Incluye Bluetooth 4.0 y Wi-Fi 3x3 802.11 ac para completar la conectividad.
Como comentario aparte, en OS X El Capitán no se requiere de una memoria USB o una tarjeta SD para instalar mediante Boot Camp un Windows. Se crea una partición temporal en la que se copia lo necesario y después de terminar la instalación de Windows, la partición se elimina. Aun así, las tarjetas SD son el actual estándar de discos.
Pantalla
Apple es actualmente socio de AMD para sus Macs debido a varios factores y, si bien el precio es uno de ellos (no creo que le haya costado mucho a Apple negociar un buen precio), el otro importante es que los chips de AMD se portan mejor a resoluciones por encima de 1080p. Teniendo actualmente en su catálogo casi todos los Macs una pantalla Retina, y en este modelo es 5K, la elección de AMD es la mejor. La pantalla incluye un cristal antirreflejos, y hace su función a la perfección.
Otro motivo es que esta pantalla incluye un chip de control de imagen de AMD, y teniendo en cuenta que no hay casi pantallas 5K en el mercado (Dell tiene también un modelo de 1.750 euros de 27 pulgadas), el chip de AMD es la mejor opción. La pantalla es soberbia, y me gusta usarla a la resolución equivalente de 2048 x 1152 píxeles. De esta forma quedan las letras en pantalla no demasiado pequeñas, pero gracias a la alta densidad de píxeles se ve realmente nítido. Hay una serie de elecciones de resoluciones en el iMac configurables.
La calidad de los colores es igualmente excelente, y en esta ocasión Apple ha mejorado el soporte a gamas de colores, incluyendo más del 99 % a DCI P3. Es la gama de colores usada en edición de vídeo, por lo que el iMac ahora mismo es un equipo sin rival para esta labor. Sin embargo, tocará cambiar entre perfiles de color para aquellos que necesiten trabajar Adobe RGB o puede haber errores de apreciación. También hay que tener en cuenta que dar soporte a una amplia gama de colores no significa que la precisión del color sea buena, pero en el caso de este monitor sí lo es.
A simple vista los colores se notan muy vivos, y en parte es gracias a que ha cambiado el uso de los habituales LED blancos de retroiluminación a una disposición similar a GB-R, que mejora enormemente los colores. Una pantalla magnífica, con ángulos de visión perfectos que no oscurecen el color hacia los bordes ni desde ningún ángulo. Esta pantalla alcanza un brillo de 450 nits y un contraste estático de 1200:1.
Pruebas
CPU
Los nuevos iMac de 27 pulgadas incluyen procesadores de microarquitectura Intel Skylake de sexta generación, y en el equipo en análisis es un Core i7-6700K de 92 W de TDP. Es el mejor procesador que hay de esta arquitectura, y sin hacerle overclocking no es perceptiblemente mejor que el Core i7-4790K de la arquitectura Haswell de cuarta generación, pero lo es.
GPU
La colaboración entre AMD y Apple le ha llevado a incluir una Radeon R9 M395X en este iMac de 27 pulgadas.
No es una GPU para juegos, pero sirve perfectamente
La R9 M395X es una tarjeta gráfica que a 1080p tiene la potencia de una GTX 960, pero a resoluciones superiores se comporta mejor que la tarjeta de Nvidia. Pero lo que hay que tener en cuenta es que no es un equipo para jugar. No puedo recalcar más este hecho, porque mucha gente valora los modelos de 27 pulgadas de iMac teniendo en cuenta un uso para juegos.
La potencia en juegos de este equipo no es importante, pero también toca analizarla. El problema fundamental es que su uso bajo OS X depende de las OpenGL en juegos, por lo que su rendimiento es pobre con respecto a Windows 10 y sus DirectX. Lo ideal es jugarlos a 1440p, pero a 1080p se conseguirá una mejor relación de rendimiento-calidad gráfica-consumo.
Apple incluye en los Macs versiones mejoradas de los chips gráficos base, y por ejemplo si la R9 295X funcionaba a 723 MHz, la R9 295X Mac Edition funciona a 850 Mhz. Ahora la incluida en este nuevo iMac, la R9 395X Mac Edition, funciona a 909 MHz, que es un buen plus de velocidad.
GTX 970 | |
GTX 980M | |
GTX 970M | |
GTX 960 | |
Radeon R9 M395X Mac Edition | |
Radeon R9 M295X Mac Edition | |
Radeon R9 M370X Mac Edition | |
GTX 960M | |
GTX 950M | |
Iris Pro 6200 |
Cinebench R15
En la siguiente prueba de rendimiento de Cinebench R15, la tarjeta R9 M395X muestra que tiene un rendimiento similar a la GTX 960, aunque ligeramente superior. La tónica general de las pruebas de rendimiento de esta tarjeta de AMD tienden a situarla a un nivel muy parecido a la tarjeta de Nvidia.
World of Warcraft
Aprovechando un Hackintosh similar en cuanto al hardware de este iMac (incluye un Core i7-4790K y una GTX 960), la primera prueba de rendimiento se la dedico a World of Warcraft, bajo Windows y OS X. El rendimiento de OpenGL es deplorable por decirlo finamente, y mientras que la M395X consigue en Windows hasta 65 FPS con la calidad en Ultra, 1080p y antiescalonamiento FFAA Alto, en OS X baja a 35 FPS.
Es un rendimiento muy superior en Windows que la GTX 960, pero no tiene por qué ser igual en todos los juegos. Una vez más, OS X (ni Linux, para el caso) no es un sistema operativo para jugar hasta que lleguen las adaptaciones a las librerías gráficas de bajo nivel (Metal y Vulkan). Blizzard está adaptando sus juegos al uso de Metal, y espero que llegue pronto (o la versión de Vulkan, cualquiera de las dos la doy por buena, y mejor que usando OpenGL).
Otros juegos
En otros juegos la M395X también demuestra comportarse de una manera muy similar a la GTX 960. En DotA 2 mantiene los FPS a 1080p por encima de 110, en Bioshock Infinite en la prueba de rendimiento a 1080p Ultra se mantiene en 86 fps, y Tomb Raider no tiene problema al moverlo a 1080p al máximo manteniendo, tanto en OS X como Windows, los 60 FPS.
Por tanto, y como ya he comentado, la R9 M395X se puede considerar en cuanto a hacerse una ida de su rendimiento como una GTX 960. En unos juegos se portará mejor la de AMD, en otros la de Nvidia, en algunas aplicaciones la de AMD, en otras la de Nvidia. Lo habitual a lo que cualquiera debería estar acostumbrado en este mundillo.
Almacenamiento
El almacenamiento incluido en los iMac de 27 pulgadas son un Fusion Drive (disco duro híbrido) de 1 TB o un SSD de 256 GB. En este caso la mejor opción es ir a por un SSD de 256 GB ya que implica mismo gasto y su rendimiento es soberbio. Es un SSD M.2 sobre PCIe 3.0 x4 y controladora NVMe.
Los resultados de lectura alcanzan los 1900 MB/s y de escritura los 1100 MB/s. Es una solución extremadamente rápida para trabajar, aunque esté el inconveniente del poco espacio. Para los que necesiten más, pueden optar por adquirirlo con un SSD de 512 GB, y también se puede conectar por USB 3.0 algún disco externo.
En este último caso, las velocidades que he conseguido sobre un SSD 850 EVO de 1 TB han sido de 240 MB/s de escritura y 250 MB/s de lectura. Para los que necesiten soluciones más rápidas pueden optar por adquirir alguna unidad o adaptador para conectarlos al puerto Thunderbolt 2. Hace años que incluyo en mis PC un mínimo de almacenamiento interno y el resto lo meto en discos externos por facilidad de llevarlos de un equipo a otro y por posibles reinstalaciones del sistema operativo.
Consumo
Este iMac de 27 pulgadas podría parecer que consume mucho a priori, pero en la práctica es un equipo que realmente consume poco. El consumo del equipo usándolo para navegar, escribir y tareas ofimáticas básicas (escribir este artículo, por ejemplo) se sitúa entre los 50 y 70 W.
En carga, el consumo del equipo se sitúa siempre por debajo de los 200 W, y en la mayoría de las aplicaciones que hagan uso de la CPU o GPU de manera más o menos intensa estarán entre los 150 y 180 W (pocas aplicaciones pondrán a prueba a ambas a la vez).
Por tanto es un todo en uno que consume poco, atendiendo a que el procesador consume unos 82 W máximo (no confundir con su TDP de 92 W, que es potencia disipada), y la R9 M395X en torno a 80 W (la GTX 960 tiene un TDP de 125 W, algo menos de consumo máximo real), dejando el consumo de la pantalla en unos 30 W a esos 200 nits, que para un monitor de 27 pulgadas 5K es realmente excepcional.
Temperatura y ruido
Por otra parte, en general el único ventilador que incluye el iMac será inaudible, salvo que hagáis como yo y trabajéis a horas intempestivas. En ese caso quizás, si sois muy sensibles, oigáis un ligero ruido del ventilador al funcionar mientras estáis navegando y realizando tareas básicas. Por defecto funciona a 1200 rpm y no se puede bajar de ahí su velocidad, manteniendo unas temperaturas de 41º la CPU y 37º la GPU, que son buenos valores.
En juegos tipo WoW o Heroes of the Storm hará cierto ruido, aunque no es molesto y lo tapará en parte los altavoces del iMac (que cuentan con buen sonido y potencia), y en los raros casos en que se ponga a la velocidad máxima (2850 rpm), el ruido es elevado, para algunos incluso molesto si está la habitación en silencio, pero tras una semana usando este iMac no he conseguido ponerlo al máximo dentro de mis horas de usarlo para trabajar ni de ocio.
Tras 10 minutos de comprimir imágenes usando casi el máximo de la CPU, la temperatura no llega a superar los 59º, por lo que el sistema de refrigeración es bueno, aunque personalmente me gustaría que fuera más silencioso.
Conclusión
El rendimiento de este iMac es excelente para el entorno profesional, aunque irremediablemente muchos realizarán la odiosa comparación de lo puedo conseguir para jugar mucho más barato. En muchos casos ni siquiera será necesario que un diseñador gráfico se compre un Mac, salvo para casos puntuales como uso de Final Cut Pro, o que prefiere simplemente OS X a Windows.
Pero el principal punto fuerte de este iMac es su pantalla. Es tan buena que, una vez te pasas unos días usándo el equipo, cuando vuelves a pantallas con menor densidad de píxeles se te hace muy extraño. Al volver a usar un equipo con un monitor Dell U2414H después de un par de días de sólo mirar al iMac, lo primero que pensé fue "estoy viendo los píxeles, ¿por qué estoy viendo los píxeles?".
Esa pantalla, para labores de edición de vídeo y fotografía, incluso diseño gráfico en general, es sublime. Pero el hardware que acompaña a esta opción de i7-6700K y M395X, no es suficiente como para considerarlo una estación de trabajo para profesionales (para eso está el Mac Pro, pendiente de renovar por parte de Apple), aunque es suficientemente potente para un amplio abanico de usuarios de todos los tipos.
En general el equipo vale cada céntimo que se paga por él, si bien sigo repitiendo que no es un producto para el común de los usuarios. Es para un grupo muy concreto de profesionales, y para usos ofimáticos (o usar XCode para desarrollar aplicaciones para iOS/tvOS/OS X/watchOS) es mejor decantarse por el equipo de 21,5 pulgadas (sin 4K). La calidad de esta pantalla, que no hay en el mercado ninguna que le haga competencia (se pueden contar las 5K que hay a la venta), es tal que no mucha gente le va a sacar partido, aunque es una auténtica pasada el utilizarla.