HTC está en una situación peliaguda, como lo demuestra tres trimestres seguidos de bajada en sus ingresos. La presentación de los resultados del 3T pone el inciso en que no está sabiendo adaptarse a los tiempos que corren, o simplemente no está consiguiendo llamar la atención de los consumidores.
Los resultados arrojan unos ingresos de 600 millones de euros (21.400 millones de dólares taiwaneses) con unas pérdidas de 140 M€. El siguiente gráfico muestra la pésima evolución que lleva durante este año la compañía, lo que pone un futuro incierto sobre sus hombros.
El sector de los teléfonos inteligentes está empezando a madurar, y eso significa mayor competencia entre las empresas ya establecidas y sólo los que aporten los mejores productos van a sobrevivir. HTC no parece una de las que sobreviva. Aunque si mantiene a partir de ahora un diseño y calidad como el One A9, aunque no destaca por encima de su competencia, quizás en 2016 consigan reflotar la compañía, o al menos no terminar de hundirla.
Entre las medidas que están tomando los ejecutivos de la compañía se encuentran un recorte del 15 % de la plantilla, y el recorte de los proyectos que tienen activos. Afecta a la pulsera HTC Grip, pero no a las gafas de realidad virtual HTC RE Vive.