En un mercado como el de las tarjetas gráficas en el que sólo hay dos competidores, cuando una de ellas pierde mucho terreno, la otra va a mantenerse como está o incluso ganar terreno, teniendo en cuenta que el sector PC no está pasando por un buen momento. Por eso Nvidia ha presentado unos datos del tercer trimestre especialmente buenos.
Con unos ingresos de 1.305 millones de dólares, suponen un aumento interanual del 7 %, e intertrimestrales del 13 %. Los beneficios han pasado a ser de 245 M$, con la división de GPU para PC ingresando 1.110 millones de dólares y la de procesadores Tegra unos más escasos 129 M$, un descenso interanual del 23 %.
El margen de beneficios de la compañía es del 56,3 %, y los buenos datos implican un renovado interés de los inversores por las acciones de Nvidia, que continúa en su valor más alto desde 2008, con 27,71 dólares por acción. Durante 2016, Nvidia presentará las nuevas tarjetas gráficas de arquitectura Pascal, que ocuparán mucho menos espacio que las actuales, y su consumo también disminuirá.