Microsoft actualizó la semana pasada Windows 10 con su primera gran actualización, e incluye algunos cambios anteriormente mencionados para hacer más fácil la actualización desde Windows 7 y 8. Hasta ahora se necesitaba tener instaladas estas versiones, esperar a recibir la actualización a Windows 10, y posteriormente usar el código para una instalación limpia del sistema operativo.
Ese salto ya no es necesario. Si te descargas una imagen de Windows 10 de los servidores de Microsoft con la última versión completa que incluye la actualización para crear un USB de instalación, durante la solicitud del código de Windows 10 podrás introducir la clave de Windows 7 y 8, que la reconocerá como una clave de Windows 10 válida y te permitirá instalar sin problemas el sistema operativo.
El equipo se quedará activado, por lo que es una copia legítima de Windows 10, y podrás descargarte y usar el PC de manera totalmente legal. Es una forma de facilitar que los usuarios se actualicen a Windows 10, algo que se le está ya resistiendo a Microsoft incluso entre los jugones, con los índices de adopción de esta versión bajando a pasos agigantados entre los usuarios de Steam.