La táctica favorita de Samsung en los tribunales, como casi cualquiera otra compañía cuando pierden, es la de dilatar el pago de las sanciones económicas lo máximo posible. Pero como todo, siempre tienen que terminar aceptando el resultado, y Samsung finalmente ha tirado la toalla y ha aceptado pagar a Apple la cifra de 548 millones de dólares.
La cifra es inferior a los 1.000 millones a los que fue condenada Samsung a pagarle a Apple por infringir dos patentes en algunos de los primeros Galaxy, y el pago se hará efectivo antes del 14 de diciembre. Samsung se reserva la capacidad de solicitar la devolución por si en un futuro se anula alguna de las patentes, o algún proceso de apelación sale favorable a Samsung. La esperanza nunca se pierde, porque pagar 548 M$ ahora va a hacer que la compañía reduzca notablemente sus beneficios del cuarto trimestre (y algo que sin duda se cansarán de decir en enero-febrero cuando presenten resultados).
El juez que lleva el caso, después de muchas idas y venidas, en septiembre ordenó finalmente el pago del dinero adeudado a Apple con motivo de la infracción de las patentes. Ambas compañías firmaron la finalización de las demandas que tenían pendientes de resolución fuera de los EE. UU. durante 2014.
Vía: Ars Technica.