Samsung ha optado por cerrar prácticamente el año con la presentación de un nuevo miembro de su familia de teléfonos de gama media, aunque con un ejemplar que más bien se puede situar sin problemas en la gama media-alta. Se trata del Galaxy A9, una phablet con pantalla de 6 pulgadas con resolución 1920 x 1080 píxeles, y con un cuerpo de metal y cristal similar a los renovados A3, A5 y A7.
El procesador elegido es el Snapdragon 652, anteriormente llamado Snapdragon 200, por lo que es un ocho nucleos de arquitectura big.LITTLE, con un grupo de cuatro núcleos Cortex-A72 a 1,8 GHz y otro grupo de cuatro núcleos Cortex-A53 a 1,2 GHz. Este procesador en potencia está a un paso de competir con los de gama alta, y de ahí que Qualcomm decidiera cambiarle el nombre y poner distancia con respecto al Snapdragon 610.
Un punto fuerte del teléfono es su batería de 4.000 mAh que, si el Android 5.1.1 que incluye está bien optimizado, podría dar una buena autonomía. Incluye lector de tarjetas microSD, Wi-Fi 802.11 b/g/n doble banda, Bluetooth 4.1, y NFC. Incluye un lector de huellas dactilares en el botón de inicio.
Vía: Sammobile.