La era de la realidad virtual va a comenzar en 2016 con las primeras versiones comerciales de gafas de realidad virtual, pero las compañías tienen por delante todavía muchos retos. Uno de ellos es el de interactuar con el entorno que iremos viendo generado en las gafas, y para ello la solución de Finexus es un prototipo de imanes.
Estos imanes, situados en los dedos y combinados con otros sensores, permiten determinar la posición exacta en el espacio de cada dedo con respecto a la distancia entre imanes. La idea del desarrollador es reducir su tamaño para crear unos guantes para facilitar la interactuación, con la ventaja de que frente a soluciones como el seguimiento por cámara u otros dispositivos, estos imanes no necesitan estar dentro de un alcance o visibilidad determinada.