Xiaomi ha renovado su teléfono más destacado de la gama media con el nuevo Redmi 3. Lo que más destaca de este modelo es que incluye un diseño atractivo con carcasa de aluminio, mejorando además el hardware que incluye. El procesador elegido en esta ocasión es un Snapdragon 616, acompañado de 2 GB de RAM.
En el apartado del almacenamiento incluye 16 GB, con expansión por microSD, aunque comparte ranura con una segunda tarjeta SIM. La cámara trasera es de 13 megapíxeles con apertura f/2.2 y frontal de 5 MP. Incluye conectividad Wi-Fi 802.11 b/g/n y Bluetooth 4.1, LTE. De la autonomía dará buena cuenta su batería de 4.100 mAh, que promete un par de días de uso. Usará MIUI 7 basado en Android 6.0.
El teléfono se pondrá a la venta con un patrón en la parte trasera que asemeja a diamantes, y llega en color dorado, plata y gris oscuro, y habrá una versión en dorado sin el patrón. El diseño por el que ha optado Xiaomi, dejando a un lado los diamantes, está tan trillado a estas alturas que es difícil decir algo positivo de él, pero tampoco se puede decir nada negativo. El teléfono tiene buen diseño, aunque no soy fan de los altavoces traseros.
El precio se mantiene en los 699 yuanes, que al cambio actual son unos 97 euros, pero aplicando tasas de importación e impuestos se quedará en torno a los 130 euros como ha ocurrido con el resto de miembros de la gama Redmi. Se pone a la venta mañana en China, y en las webs de teléfonos de importación en breve.