La seguridad de que ofrecen los conductores de Uber es algo que se ha puesto en entredicho últimamente, y por ello la compañía ha decidido tomar cartas en el asunto y usar la tecnología para mejorar la imagen de la compañía y la seguridad de sus clientes.
Como parte de un programa piloto en China, Uber comenzó a realizar seguimiento de sus conductores usando un sistema GPS, pero ahora han añadido a este programa la posibilidad de controlar la aceleración y frenada de los coches gracias a teléfonos situados dentro del coche capaces de medir micromovimientos a través de los giroscopios que estos incluyen.
Este movimiento por parte de la compañía responde a una queja generalizada por parte de los usuarios del servicio acerca de los excesivos acelerones y frenazos de sus conductores. Ahora Uber será capaz de analizar la información relativa a este aspecto en un trayecto específico si algún cliente realiza alguna queja.
Viendo la otra cara de la moneda, estas decisiones han comenzado a levantar quejas entre los conductores por el excesivo control que se realiza sobre los mismos.
Vía: The Verge.