Los precios de los SSD, ya sea en formato disco, mSATA o M.2, está bajando poco a poco y actualmente se sitúa en torno a los 0,27 a 0,29 euros/GB. Todavía le queda bastante por bajar hasta que se coloque a los 0,04 €/GB de los discos duros, aunque estos tampoco se quedarán a ese precio eternamente y seguirán bajando.
Pero en lo que se refiere a densidad de almacenamiento por pulgada, los chips de los SSD ya han superado a la de los platos que incluyen los discos duros. Micron ha mostrado este año una memoria NAND de 2,77 terabits por pulgada cuadrada (Tbpp), pero todavía no está en el mercado. El año pasado Samsung anunciaba que alcanzaba los 1,19 Tbpp durante el ISSCC (International Solid-State Circuits Conference) del año pasado, y que en la de este año, celebrada la semana pasada, estaba ya en los 1,69 Tbpp.
En la actualidad la densidad de los mejores discos duros alcanza los 1,3 Tbpp, o 1,5 Tbpp en laboratorio según datos de 2012, pero en general las compañías aumentan la capacidad de los discos duros aumentando el número de platos en su interior, no mejorando el tamaño de la escritura de información. Aunque se puede mejorar usando escritura magnética solapada (shingled magnetic recording) en la que dos pistas de un plato se solapan ligeramente para aumentar la densidad de información, y otras técnicas de escritura magnética.
Con los formatos relacionados con el estándar M.2 (el 2280 como más popular) imponiéndose poco a poco y ganando el interés de consumidor debido a su velocidad máxima potencial (2.200 MB/s usando cuatro pistas PCIe 3.0, o PCIe 3.0 x4, y usando NVMe como controlador), ganar mayor densidad de información en los chips NAND es la gran baza ganadora de los SSD para reducir su coste. Poco a poco lo están consiguiendo.
Vía: PC World.