Tras el lanzamiento de iOS 8, Apple es incapaz de acceder a la información de un iPhone o iPad que esté protegido por contraseña. Sumado a que el sistema operativo permite habilitar la opción de que se borre completamente el dispositivo tras diez intentos, la privacidad del usuario queda garantizada.
Obviamente, estas medidas de seguridad son un problema para las fuerzas del orden público, pues en el curso de una investigación, y siempre bajo orden judicial, pueden necesitar acceder a un dispositivo. Que este se pueda borrar si se introduce la contraseña mal varias veces supone un quebradero de cabeza, pues, por un lado, impide acceder a las pruebas y, por otro, puede hacer desaparecer las pruebas.
Es precisamente por esto por lo que una juez de California ha ordenado a Apple que proporcione al FBI un programa que evite que la información de un iPhone se borre si se introduce mal repetidamente, para que puedan ejecutar un ataque de fuerza bruta. El iPhone que el FBI necesita desbloquear pertenece a uno de los atacantes implicados en el atentado terrorista que dejó 14 muertos en San Bernardino el pasado diciembre.
La compañía ha manifestado su disconformidad con la orden, emitiendo Tim Cook un comunicado en el que reconoce lo atroz del acto terrorista, que no tienen inconvenientes en responder a citaciones y ordenes judiciales válidas o en asesorar a la agencia cuando ésta les pide ayuda. No obstante, lo que se les pide con esta orden es imposible, ya que no existe.
Además, añade que la agencia y el juez se están extralimitando, ya que para atender a esta petición habría que desarrollar una versión de iOS que se salte las medidas de seguridad. A efectos prácticos, se les está pidiendo que creen una puerta trasera, con los consiguientes riesgos de seguridad para sus usuarios. Y las implicaciones que tiene hacer esto por orden judicial, sin pasar por e congreso, son preocupantes.
Vía: Gizmodo.