Sony ha presentado en el Mobile World Congress una nueva gama de teléfonos que espera le ayuden a remontar las malas ventas que está arrastrando desde hace bastante tiempo, suplidas por el buen funcionamiento de la división de PlayStation. Con el nombre de serie Xperia X, es en realidad una gama que abarca productos desde la gama media hasta la gama alta.
Los tres teléfonos presentados incluyen Android 6.0 y el lenguaje visual tan característico de Sony que, si no fuera porque está siendo utilizado hasta la saciedad, sería un bocanada de aire fresco entre tanto teléfono inspirado en el iPhone 6 que está ofertado en el catálogo de los grandes fabricantes. Pero personalmente ya me empieza a cansar, y mucho.
Xperia XA
En la parte más baja se sitúa el Xperia XA, un teléfono con el que Sony ha recurrido a los procesadores baratos de MediaTek para ofrecer un producto a un precio más competitivo. O eso se puede presuponer de la inclusión de este SoC, ya que Sony no ha dado precios. Incluye una cámara de 13 megapíxeles con sensor Exmor RS, y una cámara frontal de 8 MP. Incluye LTE Cat. 6, Bluetooth 4.0 y Wi-Fi 802.11 b/g/n.
El procesador es el Helio P10 (MT6755), que fuera presentado a mediados del año pasado. Combina dos grupos de núcleos, uno a 1,2 GHz y otro a 2 GHz, cuyas frecuencias bajas están orientadas a reducir el consumo, y en los tres teléfonos Sony hace hincapié en la duración de su batería.
Pero aun así es más cosa de publicidad que algo útil. Incluye también una GPU Mali T860MP2 a 700 MHz, suficiente para su resolución de 720p, aunque es una GPU que ya va por el año y medio de existencia, y ARM la presentó como una opción para reducir el consumo de las previamente presentadas sin reducir su potencia (un 120 % de mejoría en gráficos con un 30 % menos de consumo).
Xperia X
El Xperia X se sitúa también en la gama media, pero va un paso más allá al cambiar el procesador por un Snapdragon 650 (anteriormente conocido como Snapdragon 618) y la pantalla mejorarla a 1080p. La óptica de las cámaras es de tipo Exmor RS con apertura f/2.0, de 23 megapíxeles trasera y 13 megapíxeles frontal con gran angular.
Incluye lector de huellas dactilares situado en el lateral derecho del teléfono como ya incluyera la compañía en el Xperia Z5, Bluetooth 4.2, Wi-Fi 802.11 ac, NFC, soporte a DLNA y Miracast, y en general es un teléfono mucho más completo, pero también centrado en proporcionar de las mejores cámaras que se pueda adquirir en su gama.
Xperia X Performance
Para el final se queda un teléfono para la gama media-alta, el Xperia X Performance, que en realidad no es muy diferente al Xperia X, salvo por el detalle de incluir un Snapdragon 820 en su interior. Por lo demás el hardware no varía con respecto al Xperia X.
Las cámaras de estos teléfonos están desarrolladas junto con los ingenieros de las cámaras digitales de Sony para mejorar el autoenfoque y conseguir fotos sin borrosidades, algo que se refleja en una mejorada aplicación de cámara. Pero en estos casos, hasta que no se tienen los productos en la mano y se prueban, las palabras de Sony se quedan en mera publicidad.
Los accesorios
Por último, Sony ha introducido también dos productos inteligentes: el pinganillo Xperia Ear, que se conecta por Bluetooth o NFC a los teléfonos Android, desde los que se puede configurar, y estará disponible en el verano; Xperia Eye, una cámara ultracompacta; Xperia Projector, para proyectar información útil sobre cualquier superficie con la que poder interactuar; Xperia Agent, un asistente personal capaz de comunicarse y gestionar los dispositivos domóticos; RM-X7BT, un manos libres Bluetooth para el coche.