Razer ha prestado una atención especial a la última generación de consolas, y específicamente a la Xbox One. Tiene diversos productos para ella, como por ejemplo los cascos Razer Kraken, pero en realidad lo que todos jugadores buscan es un buen mando.

En este caso, y siendo el mando de la Xbox One probablemente sea el mejor que haya venido incluido con en la caja de una consola, el mando Razer Wildcat permite proporcionar un gran valor añadido para todo tipo de jugadores gracias a su versatilidad.

Características

El diseño del Wildcat es muy similar al del mando de la Xbox One, pero tiene algunas diferencias significativas que juegan a su favor. La que más llama la atención es la inclusión en la zona de agarre del mando de dos protuberancias en las que descansan las manos. Facilitan la sujeción y, aunque parece un cambio mejor, hace mucho más cómodo su uso.

Los botones de acción son más táctiles y sonoros. Es mucho más agradable de usarlos en realidad, y se activan más fácilmente que los del mando normal por lo que requiere cierto tiempo acostumbrarse. El objetivo es que se necesite mucha menor fuerza para accionarlos y que así respondan instantáneamente a lo que queremos hacer en el juego.

Hacen un clic sonoro al ser pulsados, y se nota que son mecanismos de mayor calidad y que a muchos jugadores les resultarán más agradables. Sobre todo si es de los que se gastan 150 euros en un teclado o ratón para juegos. La pega es que en ese margen de precios se sitúa el mando Xbox Elite de la propia Microsoft, aunque si se va a la letra pequeña cada uno tiene ventajas e inconvenientes sobre el otro.

Este mando viene con unos agarres de goma opcionales que se pueden poner en torno a las asideros del mando y los joysticks. Esto mejora el agarre y así evitar que en ciertas situaciones, como por ejemplo en pleno verano, el sudor pueda jugar malas pasadas. Razer incluye una funda de transporte resistente, con espacio para todos los elementos necesarios para usar el mando, como el cable trenzado de fibra.

En la parte inferior del mando se incluye las funciones para los cascos, como silenciar o controlar el volumen, y el jack de audio para unos auriculares normales. Hay dos botones adicionales (M1 y M2) en el frontal y hacia el interior, configurables como el resto de las teclas, para que en ciertos tipos de juegos pueden ser beneficiosos para no tener que poner posiciones raras de dedos a la hora de pulsar el gatillo y el botón de uno de los lados.

La parte trasera cuenta con otros dos gatillos que se pueden quitar con un destornillador especial para cabezas Torx, que también suele usarse en otros dispositivos electrónicos como portátiles. Al igual que el resto de botones, los mecanismos utilizados son de gran calidad y son agradables de pulsar. También configurables para los juegos, por lo que el mando aporta cuatro botones adicionales.

El propio mando incluye la posibilidad de configurar dos perfiles personalizados de la disposición de los botones, y cambiar entre ellos mediante los botones inlcuidos. Los botones M1 a M4, especialmente los gatillos inferiores, aportan un extra de utilidad que difícilmente se puede dejar pasar para los juegos actuales en los que hay muchas acciones que realizar, y muchas veces están mapeadas a botones incómodos de utilizar en combinación con otras acciones.

En general es un mando igual de cómodo o más que los mandos de Microsoft, aunque le encuentro especialmente bueno en este terreno. Los joysticks funcionan a la perfección, que sea más ligero que el Xbox Elite es un punto muy a su favor (se nota especialmente ligero), pero le lastra un poco que no sea inalámbrico.

Conclusión

Siempre digo que cada producto está pensado para un público determinado, y eso hay que tenerlo muy presente a la hora de valorar el Razer Wildcat. Si los 150 euros que cuesta este mando es mucho o poco, hay que valorarlo con respecto a lo que aporta su competencia más directa, el Xbox Elite Controller de Microsoft, y sobre todo el público al que está orientado, que son los jugones a los que les gusten los shooters.

En este caso el tipo de botones, los gatillos inferiores adicionales y los dos botones frontales extra aportan una ventaja competitiva en ese tipo de juegos. Los botones se pulsan casi sin querer, lo cual es bueno ellos, pero la cruzeta con estos mecanismos para los botones no es tan ideal para otros tipos de juegos, sobre todo los de lucha. Los gatillos de acción rápida sí que son una ventaja competitiva.

El Razer Wildcat es superior al mando de Microsoft para este tipo de jugadores, pero un público más amplio se sentirá más atraído por el Xbox Elite. Pero también es cierto que el mando se puede usar también en Windows, y que por tanto también podría captar la atención de un público más amplio y no solo el consolero. Además, Razer Wildcat tiene la ventaja de incluir los controles de audio en el mando (un dispositivo que por separado costaría 22 euros ahora mismo).

Sea como sea, es un buen producto al que quizás se le podría pedir que tuviera un material de fabricación mejor (aunque a mi el tacto me encanta, como el del mando básico de Xbox One; cuestión de gustos) o que fuera inalámbrico. Pero el Wildcat es un mando suficientemente bueno como para que los jugadores competitivos de shooters lo tengan muy en cuenta.