Los teléfonos inteligentes proporcionan una gran cantidad de funcionalidades extra con respecto a los teléfonos móviles tradicionales, pero eso tiene un impacto en su duración de batería. Muchos se han preguntado que cómo no sacan los fabricantes teléfonos con baterías más grandes, y la respuesta ha llegado de la mano de Asus.
Con una batería de 5.000 mAh en su interior, el Zenfone Max es una phablet que no destacaría por si sola sobre la atestada gama media actual. Pero que precisamente esa capacidad de durar varios días sin recargar, lo hacen especial y un producto altamente recomendable para los que sobre todo buscan autonomía para el próximo teléfono que compren.
Diseño y hardware
El diseño exterior del Asus Zenfone Max no destaca, pero es agradable a la vista y al tacto, aunque esté fabricado casi íntegramente en plástico. Lo primero que llama la atención de este teléfono es su peso, 202 gramos, pero es el precio que hay que pagar por esos 5.000 mAh de batería que tiene en su interior.
Eso tendrá un impacto notable en la forma de utilizarlo. Aunque es una phablet, es bastante cómoda de utilizar, aunque no es un teléfono para estar sujetándolo durante mucho rato en ciertas posturas porque puede cansar. Después de usarlo unos días se nota como algo normal, pero hace evidente su peso en el momento de coger casi cualquier otro terminal.
La pantalla es de 5,5 pulgadas con resolución HD, lo que arroja una densidad de 267 ppp. No es lo que se pueda llamar una pantalla totalmente nítida, pero debido a su tamaño hay que usarlo más alejado de los ojos, por lo que queda compensado. Salvo en ocasiones puntuales, se verá totalmente nítido, salvo en algunos textos puntuales. Cuenta con una capa oleofóbica que cumple a la perfección con su cometido, y que se agradece en este tipo de terminales.
Tras quitar la tapa trasera se puede ver las dos ranuras para tarjetas SIM y una tercera para la micro-SD. Es un apartado bien cubierto por la mayoría de teléfonos de ASUS y fabricantes similares que provienen de Asia, donde tener dos líneas de teléfono es algo muy habitual.
El teléfono incluye botones físicos, que suelo preferir sobre los virtuales para ahorrar toques y deslizamientos innecesarios para mostrar la botonera al estar viendo vídeos en pantalla completa y otras aplicaciones como juegos. La carcasa de plástico da una sensación de buena calidad, y está aderezada por un marco de aluminio. Por lo demás, en este terreno no destaca especialmente sobre el resto de la gama media, pero tampoco lo necesita.
Rendimiento
CPU
Asus ha incluido un Snapdragon 410 (MSM8916), de cuatro núcleos Cortex-A53 de 64 bits, pero está ligeramente bajado de frecuencias con respecto a los habituales 1,36 GHz. El chip de este modelo funciona a 1,21 GHz, y por lo demás sigue siendo el mismo. Esto tendrá un impacto en la mayoría de pruebas de rendimiento, sobre todo porque lo sitúa en la misma línea o ligeramente por debajo de un Snapdragon 400.
Aun así es potencia suficiente para que funcione fluido. Las pruebas tipo Geekbench sólo cuenta una parte de la historia del rendimiento de los terminales, por lo que tampoco son algo que indiquen lo bien que funcionan en un uso real del teléfono.
GPU
La GPU incluida en el Snapdragon 410 es una Adreno 306. Sigue sin ser un procesador que de un buen rendimiento para juegos, incluso teniendo una pantalla con una resolución 720p. El rendimiento es similar al de otros teléfonos con un Snapdragon 410, por lo que todo lo que se pueda decir de ellos también se puede aplicar al Zenfone Max, como por ejemplo que no es un teléfono para jugar más allá de los juegos casuales.
Pantalla
La pantalla tiene un brillo máximo de 579 nits (el brillo mínimo ronda los 20 nits), por lo que en la mayoría de situaciones se debería ver bastante bien a la luz del día. Es aconsejable usar alguna aplicación para subir el nivel de brillo máximo por encima del que usa por defecto Asus como máximo, que son en torno a los 400 nits.
El contraste ronda los 1304:1, la temperatura los 7434 K. La calidad en la reproducción de los colores es normal, aunque a simple vista da sensación de que se ven correctamente, con unos aceptables niveles de saturación del color. En general es una pantalla de buena calidad, que le puede perjudicar a la hora de verla bien en exteriores un alto nivel de reflejo.
Las medidas se han tomado con CalMan 5 y un i1Display Pro, aunque próximamente dispondremos de un espectrómetro para realizar una batería de pruebas a las pantallas de los productos que analizamos para expresar con datos más interesantes su calidad y poder caracterizarlos.
Wi-Fi, LTE, almacenamiento, sonido
Pocos de los teléfonos que se ponen a la venta actualmente carecen de LTE, siendo una tecnología ya estándar que permite mejorar las velocidades de descarga y, sobre todo, de conectividad con internet. A través de las redes 3G la latencia suele ser alta, mientras que sobre las redes LTE rondan los 50 ms. Esto mejora también la usabilidad al aparentar que el contenido al que accede el teléfono se muestra más rápido en pantalla.
En general el Zenfone Max funciona adecuadamente sobre las redes LTE, aunque como todo en el mundo de las telecomunicaciones, las calidades de los componentes suelen influenciar en las velocidades finales. El Zenfone Max alcanza los 15 Mbps (1,87 MB/s) de bajada.
Respecto a la conexión Wi-Fi, incluye un chip 1x1 802.11 b/g/n, por lo que tiene una velocidad máxima de establecimiento de 72 Mbps usando canales de 20 MHz, si la modulación usada fuera 64-QAM. En las pruebas en este terreno no he conseguido una velocidad negociada más allá de los 15 Mbps (1,75 MB/s de descarga) en un router con seis dispositivos conectados, y en otro no ha superado los 65 Mbps (8,1 MB/s) estando a un metro de distancia sin obstáculos, pero bajando periódicamente a los 39 Mbps. Quizás cuenta con una mala ubicación de la antena, o con poca protección frente a interferencias.
En el apartado del almacenamiento interno, alcanza los 130 MB/s de lectura secuencial, 35 Mbps de escritura secuencial, 9 MB/s de lectura 4KB aleatoria y 3,7 MB/s de escritura 4 KB aleatoria. Igualmente, son resultados buenos para la gama del dispositivo.
El teléfono incluye un altavoz trasero que es muy potente, pero su calidad no es especialmente buena. Se escucha bien, pero en muchos casos de forma enlatada y se pierden gran parte de los detalles.Además el altavoz trasero es imposible de tapar, por lo que incluso dejando el teléfono encima de la mesa no habrá problemas de escucharlo, y tampoco se coja como se coja con la mano.
Afortunadamente el sonido con unos auriculares mejora notablemente, por lo que el tema del altavoz nunca lo veo como una pega en los teléfonos. Aun así, la calidad no es totalmente buena o nítida, y algunos teléfonos con los que compite el Zenfone Max, como por ejemplo el Moto G 2015, incluyen un DAC que permite escuchar la música algo mejor, aunque sólo los que tengan un buen oído notarán la diferencia.
Autonomía
La autonomía es la piedra angular del Zenfone Max. Asus quiere vendérselo a aquellos que están muy preocupados por llegar a casa con algo de batería restante, o simplemente los que están cansados de tener que recargar su teléfono a diario. Yo suelo sacarle al menos dos días de uso bajo-medio a cualquier teléfono, cuando no tres, porque los uso para llamadas (increíble hoy día, pero cierto), algún WhatsApp directo (suelo consultarlo por web), sacar fotos y consultar el correo.
Con este teléfono se pueden conseguir sin problemas más de 12 horas de uso de pantalla, y llegar hasta las 16 dependiendo del brillo o lo que se esté haciendo exactamente. En reposo se puede pasar más de una semana sin necesitar recargarse. No se puede decir otra cosa que es lo que muchos usuarios piden a un teléfono.
La mayor pega en este caso son los largos tiempos de recarga. Utilizando un puerto USB 3.0 puede tardar más de 11 horas en recargar los 5.000 mAh del teléfono. Es aconsejable disponer de un cargador más potente, como los de las tabletas que se sitúan en torno a los 15 W para cargarlo más rápidamente enchufado directamente a la red eléctrica. En ese caso tarda bastante menos, y en seis o siete horas se puede tener completamente recargado. De todas formas no es un problema que tarde tanto, ya que incluso si lo dejas tres horas cargando tendrás autonomía para un día de uso medio-alto.
Cámaras
El apartado fotográfico es uno en el que podría aportar un poco más. Cuenta con una cámara principal de 13 megapíxeles, con apertura f/2.0, autoenfoque láser y flash de led dual. Como le ocurre a muchas de las compañías que no cuentan con un portafolio de patentes para el posprocesado fotográfico, aunque la óptica no es del todo mala, lo intenta suplir con una aplicación de Cámara con multitud de opciones.
Se puede controlar el balance de blancos, el ISO o la exposición, pero en última instancia salvo que se tenga buena luz de día no se conseguirán fotografías nítidas y libres de ruido.
En situaciones con poca luz, el ruido es evidente, así como la pérdida de detalles.
Como suele ser habitual en estos teléfonos, aunque el uso del flash puede mejorar la calidad de los detalles de las fotos y reducir el ruido, va a modificar sustancialmente la fidelidad de los colores.
La cámara frontal es de 5 megapíxeles y apertura f/2.0, que es suficiente para sacarse algún selfi con una calidad bastante mejor en condiciones de poca luz que la trasera.
Software
El apartado del software de este teléfono es un poco peliagudo, sobre todo porque llega cargado hasta arriba de bloatware, aunque la mayoría se pueden desinstalar. Y las que no, se pueden deshabilitar. Además de eso, Asus no ha dejado nada de la interfaz sin tocar, aunque en ese apartado no tengo quejas. Tiene un diseño más simple, con un widget de hora y clima en la parte superior que me parece útil y agradable.
En la zona de los ajustes rápidos se han añadido otras opciones, como por ejemplo pasar a usar el teléfono en un modo de una sola mano. La utilidad es un poco limitada puesto que se trata de un reescalado de la pantalla, y con la densidad de píxeles de su pantalla se puede hacer un poco pequeña la imagen como para verse adecuadamente la interfaz. Aun así, en ciertas situaciones resulta útil.
Otras opciones incluyen un filtro de luz azul en la pantalla para darle un toque más amarillento ya que aseguran que quita menos el sueño antes de irse a dormir, o una aplicación (y que no podía faltar) para gestionar aún más la duración de la batería.
Conclusión
Al igual que suele ocurrir con el lanzamiento de cada nuevo teléfono, el precio de fabricante (PVPR) de 199 euros suele reducirse rápidamente una vez lleva un tiempo a la venta. En el caso del Zenfone Max, puede incluso encontrarse esporádicamente sobre los 180 euros, que quizás lo sitúe más en la línea del precio de mercado que debería tener viendo la competencia y el hardware que incluye.
Como he dicho anteriormente, la piedra angular de este teléfono es su batería de 5.000 mAh. Está asegurado su uso durante días, que es el sueño de cualquier usuario que utilice mucho su teléfono cada día, e incluso sirve para darle un poco de carga adicional a un reloj inteligente con su función de uso de batería externa. Pero a la vez que aporta esa característica, Asus ha recortado en varios aspectos secundarios.
La reducción de la velocidad del procesador de 1,36 a 1,21 GHz en realidad no aporta una disminución de rendimiento porque va acompañado de 2 GB de RAM, y 16 GB de almacenamiento que resulta bastante rápido si se compara con su competencia. El punto gris en este asunto resulta de la inclusión de una elevada cantidad de bloatware que no aporta nada, en algunos casos eliminable, aunque en otros sí resulta de utilidad. Pero sigo alentando a las compañías a que realicen una instalación más limpia de Android de cara a que el usuario pueda sacar el máximo provecho del hardware que compra.
La pantalla es de buena calidad y no se le puede poner pegas. Algunos dirán que no se ve nítida, pero siendo de 5,5 pulgadas, la densidad de 267 ppp se asemeja más a la de un teléfono de 5 pulgadas y en torno a los 280 o 290 ppp debido a la distancia desde la que hay que verla. Otro punto gris del terminal es la cámara de fotos, que está incluso algo por debajo de lo que se puede encontrar sobre los 200 euros ahora mismo. Pero de nuevo, su precio de mercado tiene que irse ajustando.
En general el Zenfone Max es un buen smartphone, y aunque me gusta apuntar a todos los posibles fallos de los teléfonos en los análisis, aporta suficiente valor para lo que cuesta, con un buen conjunto de características, destacando el de la batería. El perfil de comprador que debería pensar en adquirir este teléfono dentro de la oferta de la gama media es aquel que haga un uso intenso del mismo. Pero en definitiva es un teléfono que da lo que promete.