El 29 de julio termina el ciclo de actualizaciones gratuitas a Windows 10 desde Windows 7 y 8, y Microsoft quiere que todo el mundo se actualice. Lo quiera o no. Personalmente es la versión que uso y creo que es bastante mejor que las anteriores, o al menos para el uso que le doy. Además es la única forma de probar las DirectX 12, y aunque no sea importante ahora, en un año cobrará más relevancia.
Windows dejará de mostrar la ventana recordatorio de que la actualización está pendiente, y en su lugar programará automáticamente la actualización. Será posible posponer su instalación, pero ya se estará sufriendo de una ventana emergente más que puede surgir en cualquier momento del uso del PC, y será igualmente posible cancelar la programación de instalación.
Si bien muchos usuarios ni siquiera prestarían atención a esta actualización si no fuera por estas ventanas emergentes, tampoco se puede tomar el paso de incordiarles con notificaciones que no desean. Además que muchos actualizarán sin querer (aquellos que aceptan todas las ventanas emergentes que les aparece en Windows, que son bastantes).
Vía: SlashGear.