El kernel de la primera beta de iOS 10 ha llegado con una particularidad que ha sorprendido a todo el mundo, ya que no estaba encriptado. Para quien tuviera dudas de si esto es un error o algo intencionado, la propia compañía ha confirmado que es algo deliberado.
Un portavoz de la empresa ha indicado que de esta forma se puede optimizar el rendimiento, sin comprometer la seguridad, al no guardarse información de usuario en la caché del kernel. Por otro lado, al estar abierto, desarrolladores e investigadores pueden revisar el código del kernel y encontrar fallos de seguridad que permitan a Apple corregirlas con mayor rapidez (o que los hackers encuentren nuevas vulnerabilidades).
Hay quien opina que esta decisión podría venir motivada por la reciente demanda judicial presentada por el FBI para que la compañía de Cupertino vulnerase la seguridad de un iPhone. El FBI retiró la demanda tras adquirir de un tercero una forma de acceder al teléfono, método que no han compartido con Apple. Al abrir el kernel haría difícil que alguien hiciera negocio con su conocimiento de las vulnerabilidades del sistema operativo.
Vía: 9to5Mac.